¡‘NONES’ A LENÍN!
✓Presidente los llamó a hablar directamente con él. ✓Indígenas se ‘trenzaron’ en violentos choques con la fuerza de seguridad.
Noveno día de paralización. Anunciaron que harían una marcha pacífica. Caminaron por la avenida 6 de Diciembre, en el centro-norte de Quito, y avanzaron por la Patria. A la cabeza iba Jaime Vargas, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie). Rodeado por la “guardia indígena”, dijo: “¡Seguiremos aquí!, al final en Quito están todos los pueblos indígenas”.
Todo bien hasta ahí. “Infiltrado encontrado, pagará con justicia indígena”, repetían los manifestantes mientras continuaban. Entonces ya se olía que la marcha tan pacífica no iba a ser. Empezó una mujer de la comunidad, cuando enfrentó a un cerco policial –que ha cerrado, durante los últimos días de protesta, la calle Juan León Mera– y comenzó a gritar: “El Gobierno es un falso traicionero...”. Y más.
Con lanzas, otros indígenas de la nacionalidad Shuar, de la Amazonía, caminaron hacia la
av. 10 de Agosto. [El objetivo, hasta ese momento, era el Centro Histórico]. El tránsito, inmediatamente, se paralizó. Algunos comerciantes que, siendo feriado, decidieron abrir para recuperar las ventas de todo lo que han perdido en estos días, debieron bajar las puertas enrollables y, otra vez, esperar a que el relajo terminara. No pasó.
LA BRONCA
Apenas pasaron unos veinte minutos, desde que ‘despegó’ la marcha desde el Ágora de la Casa de la Cultura, empezaron a sonar los primeros bombazos de gas lacrimógeno. ¡Confirmado! De pacífica la marcha no tenía nada. O sí. Solo que al encontrarse –la Policía y los protestantes– se generaron los disturbios. Y esta vez no fue en el Centro Histórico, sino en los exteriores de la Asamblea Nacional. Nuevamente destrucción, daños a la propiedad, víctimas, enfrentamientos... ¡No hay tregua!
Primero, un policía resultó herido. Sus compañeros tuvieron que sacarlo inmediatamente del lugar en una camilla. Segundo, en imágenes se veía cómo algunos protestantes (no es confirmado que se trataba de indígenas) intentaban ingresar en inmuebles de los alrededores del Palacio Legislativo. Tercero, un protestante cayó tras ser herido y paramédicos lo auxiliaban. Hasta el cierre de esta edición se registraron tres uniformados y dos civiles afectados en los enfrentamientos.
En las calles encendieron fogatas para neutralizar la asfixia que genera el gas lacrimógeno, pues los uniformados no dejaban de disparar las bombas. Eso generó pánico en las instituciones aledañas, como en el Hospital Eugenio Espejo y, a unos metros de allí, en la Maternidad Isidro Ayora: “Por favor, a las autoridades, les rogamos, somos madres, ¡ayúdennos!”, era el mensaje en un video que se difundió en redes.
Los indígenas rechazan las medidas económicas impuestas por el Gobierno, como la eliminación de subsidios a la gasolina extra y diésel. Y por eso siguen en las calles.
Los Topos llegaron para asistir a heridos
La brigada de emergencia Topos, de México, arribó ayer a Quito para asistir a manifestantes, policías, militares y pueblo en general. Tres voluntarios caminaban por las calles Reina Victoria y Robles luciendo sus overoles de color naranja y, aunque no quisieron dar declaraciones oficiales, sí indicaron a EXTRA que un grupo de Topos viajó desde Guaranda rumbo a la capital, y otro grupo se les uniría en unas horas, para montar un puesto de emergencia.
EL DATO
Unos mil indígenas más llegaron a la capital y “otro grupo está por llegar”, dijo Apawki Castro, portavoz de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).