Narcisa de Jesús, 11 años canonizada
Edermina Arellano nació con un defecto anatómico en sus genitales y a los nueve años fue ‘curada’ porque su madre, Violeta Plúas, la llevó por cuatro ocasiones a la cripta de la entonces Beata Narcisa de Jesús Martillo Morán, ubicada en la capilla de su lugar de origen, Nobol, cantón de la provincia del Guayas.
Esa curación ‘inexplicable’ fue investigada por la Santa Sede de la Iglesia Católica para considerarla un milagro, el que se necesitaba para que la doncella noboleña fuera elevada a los altares como santa.
Un equipo de cinco médicos estudió el caso de la niña Edermina y concluyó que había recibido la “restitución completa del defecto anatómico, congénito, de manera imprevista, completa y duradera, científicamente inexplicable”, explicó la Iglesia, por lo que inició el proceso de canonización.
En octubre de 1992, Narcisa había sido beatificada por un primer milagro, concedido a un joven a quien le habían aparecido unos tumores en la cabeza. Y, 16 años después, en 2008, fue canonizada.
Hoy se cumplen once años de la santificación de la doncella y los devotos recuerdan el aniversario con diferentes actos litúrgicos en el santuario de Nobol, donde se encuentra la cripta con el cuerpo incorrupto de la Santa.
Otros eventos también se programan para este fin de semana en la hacienda San José, ubicada a cinco minutos de la cabecera cantonal. Allí nació y vivió la santa junto a sus padres.
En este lugar sagrado por donde cruza el río Daule, está el árbol de guayabo donde la santa oraba y realizaba sus penitencias. A pocos metros, se construyó un museo que contiene reliquias de Narcisa, como la máquina en que cosía, cuadros con imágenes religiosas, entre otros objetos.