Kipchoge lleva al límite el maratón
A pesar de que el keniata es considerado como el mejor maratoniano de todos los tiempos, vive alejado de la fama y el dinero.
Considerado por muchos como el mejor maratoniano de todos los tiempos, el keniano Eliud Kipchoge, quien ayer se convirtió en la primera persona en correr los 42,195 km en menos de dos horas, ha mantenido un estilo de vida asceta, pese a la fama y el dinero.
A punto de cumplir los 35 años, el campeón olímpico en 2016 está en la cúspide de su carrera. Un año después de batir el récord del mundo del maratón en Berlín (2h01:39) entró un poco más en la historia al completar la distancia en casi dos minutos menos (1 h 59 min 40 seg), ayer en una carrera no oficial en Viena diseñada a medida para permitir la gesta.
“Hacer historia, ese era mi objetivo”, declaró luego de ganar su apuesta en un evento bautizado como ‘Desafío 1h59’.
En 2017 en Monza, en Italia, en un primer intento en el marco de un proyecto financiado por una marca deportiva y apodado Breaking2, terminó con un crono de 2h00:25.
Ese tiempo no fue homologado por la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) porque en aquel intento se utilizó un vehículo y a un equipo de liebres (corredores que marcan el ritmo) que se fue relevando para proteger a Kipchoge del viento y para ayudarlo a controlar su velocidad.
Pasó lo mismo en Viena, pero a él le da igual. “Soy el hombre más feliz en correr por debajo de las dos horas para inspirar a mucha gente, para decirle a la gente que ningún ser humano tiene límites”, expresó el atleta, que antes de la carrera aseguró que “romper la barrera de las dos horas sería como cuando el hombre llegó a la Luna”.
“SENTIDO DEL SACRIFICIO”
Al amanecer, con aproximadamente una treintena de corredores que viven en el campamento, Kipchoge inicia la primera de sus dos sesiones diarias de entrenamiento. El resto del tiempo lo invierte en descansar y alimentarse, comiendo fundamentalmente productos básicos producidos en Kenia.
Apodado el ‘filósofo’ por su devoción de la lectura, Kipchoge no disfruta de ningún privilegio en campamento de Kaptagat, manteniendo la misma rutina y disciplina que sus compañeros, pese a su condición de estrella.
El fin de semana visita a su familia en su casa en la localidad de Eldoret. Siempre ha sido fiel a esta región, a este modo de vida, pese a las cantidades que ha ganado a lo largo de su carrera, valoradas en más de 2,5 millones de dólares por la web whownskenya.com.
“Soy una persona sencilla. Intento mantenerme tranquilo y concentrado en lo que hago. No hay distracciones”, indica. Subcampeón olímpico de 3.000 m obstáculos en 1992, Sang confirma lo que da fuerza a su pupilo.
“Kipchoge continúa sorprendiéndome con su sentido del sacrificio y su entrega. Ha puesto el 100% de sus capacidades y de su compromiso al servicio de lo que hace”, afirma a la AFP el técnico, muy unido al astro del maratón.
Tras su éxito este sábado, el ‘filósofo’ intentará coronarse dentro de un año en Tokio, donde defenderá su título olímpico.
34
AÑOS tiene el corredor de Kenia.