¡Secuestrados a través de las redes!
Iban supuestamente a comprarles unas maquinarias y se los llevaron a Lago Agrio.
Manuel Mosquera, de 28 años y Washington Henríquez, de 31, fueron rescatados por agentes de la Unidad Antisecuestro y Extorsión (Unase) de la Policía Nacional.
El operativo de rescate se realizó en la vía El Cóndor, en Lago Agrio, un sector cercano a Colombia. Pero debido a las protestas que hubo en el país los agentes y las víctimas no pudieron viajar enseguida a Guayaquil para reencontrarse con sus familiares.
El plagio ocurrió a raíz de que Manuel fue contactado por un hombre que se identificó solo como Carlos, el pasado 25 de septiembre. Dos días después, él y su primo fueron secuestrados en Lago Agrio, Sucumbíos.
Los primos acordaron encontrarse con Carlos, en Guayaquil, para conversar sobre la venta de unas maquinarias para reciclaje que ellos ofertaban. El contacto se dio a través de redes sociales y, según información policial, el secuestrador les dijo que debían viajar a Lago Agrio para concretar la compra que les iba a hacer.
Ese mismo día, Manuel y Washington viajaron a Lago Agrio con Carlos. Al llegar, el hombre los condujo por una carretera donde fueron interceptados por unos sujetos que los secuestraron. El 30 de septiembre, el hermano de Manuel recibió una llamada telefónica de un tipo que tenía acento colombiano y le exigió 100 mil dólares para la liberación de su ñaño y su primo y así no atentar contra sus vidas.
Los secuestradores enviaron como prueba de vida un vídeo donde se veía a ambos primos sentados, sin camiseta y con un arma de fuego apuntando en sus cabezas.
Según un agente que participó en el rescate, los secuestradores estaban ocultos con las víctimas en una casa de madera, en Lago Agrio. El acceso fue complicado, por lo que tuvieron que caminar dos horas entre la selva.
El trabajo investigativo permitió la liberación de los primos y la detención de ocho personas: cuatro ecuatorianos y cuatro colombianos. Entre ellos supuestamente constan los autores intelectuales del hecho, los negociadores y quien difundió el vídeo como prueba de vida.
La presunta organización operaba a través de redes sociales donde captaban a víctimas con alto poder económico, para secuestrarlas y pedir dinero a cambio de su liberación. Luego de la audiencia de formulación de cargos se dictó prisión preventiva para seis y medidas cautelares para los otros dos.
100 MIL DÓLARES exigían para liberar a los dos familiares.