“Díaz es un jugador tribunero”
El réferi revive las emociones que le tocó vivir cuando pudo pitar un Clásico del Astillero. También dijo que Edwin Tenorio y el Kitu han sido los jugadores “más jodidos” de controlar.
Alfredo Intriago ha perdido la cuenta de cuántos Clásicos del Astillero pudo pitar. No recuerda con exactitud la cantidad de veces que impartió justicia en el duelo más atractivo del fútbol ecuatoriano, ni cuántas tarjetas amarillas o rojas sacó. Lo único que sí recuerda es que estos duelos “se juegan con mucha adrenalina y pasión”.
El exárbitro ecuatoriano, en una entrevista con EXTRA, aseguró que no solo los jugadores de Barcelona o Emelec sienten ansiedad o nerviosismo durante la disputa de esta clase de cotejos, sino que los árbitros también pasan por lo mismo.
Intriago reconoció que cualquier réferi nacional anhela dirigir un Clásico del Astillero, pero sin temor a equivocarse aseguró que no cualquiera “está capacitado” para asumir las riendas de este compromiso.
“Un Clásico del Astillero se juega con mucha pasión, vehemencia. Cualquier mala decisión del árbitro puede sacar de casillas a los jugadores y encender la ‘mecha’ de un polvorín que se encuentra en la tribuna”, sostuvo Intriago.
El ahora comentarista deportivo (es panelista en un programa radial en Súper K 800) acotó que todo árbitro, antes de dirigir cualquier cotejo, se prepara revisando las posibles alineaciones, identificando a los jugadores “más problemáticos” y demás detalles. Pero que para un Clásico a toda esta preparación se debe sumar la concentración mental.
“Cada quien tiene su forma de trabajar, pero en lo personal cuando me designaban los encuentros, yo me informaba de los dos equipos que se iban a enfrentar. Y cuando me tocaba estar en un Clásico del Astillero analizaba todo, desde el estadio donde se iba a disputar, me informaba del comportamiento de los técnicos, jugadores y demás datos que me iban a servir para manejar correctamente el encuentro”.
Intriago manifestó que un árbitro debe “tener los nervios de acero”, pues si se deja llevar por la presión de los jugadores, técnico o hinchada, el partido se le saldrá de las manos.
“En un encuentro tan candente como el de Barcelona y Emelec no hay que ser tan estricto. Como árbitro yo sabía que, si el partido estaba muy friccionado, no podía empezar a repartir tarjetas como loco. Por eso con un llamado de atención a los jugadores apaciguaba los ánimos de los dos elencos”.
LOS JUGADORES MÁS COMPLICADOS
El expito nacional recordó que en Barcelona y Emelec siempre han existido jugadores temperamentales y otros que por su juego brusco siempre estaban al filo del reglamento.
En Barcelona calificó a Edwin Tenorio como uno los más “jodidos”, por su temperamento explosivo y forma de jugar, mientras en Emelec, el más complicado fue el golero Marcelo Elizaga. “Tenorio era un jugador que entraba fuerte a la marca, era muy temperamental. Había que saberlo controlar. En cambio, Elizaga era educado, pero en los clásicos se transformaba y reclamaba mucho”.
Intriago aseguró que ni Tenorio ni Elizaga se comparan con el argentino Damián Díaz (Barcelona), pues al Kitu lo encasilla como un jugador “tribunero”, que siempre trataba de provocar al rival.
“Pese a que es un gran jugador su comportamiento dejaba mucho que desear. Díaz salía siempre a provocar a sus rivales, buscaba que el jugador contrario reaccione de mala forma”.
El exárbitro recordó que su primer enfrentamiento con Díaz se dio en un Clásico del Astillero en 2011.
“Creo que era el primer Clásico del Kitu. Ese año recién había llegado a Barcelona y considero que no me ubicaba bien. Durante ese partido, que se dio en el Monumental le sancioné una falta a favor de él, pero creo que estaba un poco descontrolado, ya que no se dio cuenta que había pitado la falta que le cometieron. Me empezó a querer ‘tirar’ la hinchada en contra, me dijo ‘mira dónde estás’ y le respondí: ‘Dedícate a jugar, si no me conoces me vas a conocer, sino pregúntale a tus compañeros’”.
Pese a lo complicado que es dirigir un Clásico del Astillero, Intriago manifestó que esta clase de compromisos son los que lo hacen revivir intensas emociones.
2011
AÑO que tuvo problemas con el Kitu Díaz.