‘El Ceibo’ y sus atractivos históricos
Habitantes buscan implementar proyectos turísticos Petroglifos, paisajes, cascadas, ríos y demás en un solo lugar del Tena
Un árbol con más de 500 años de antigüedad da la bienvenida a los turistas a la comunidad El Ceibo, ubicada en la parroquia rural de Puerto Napo, cantón Tena, provincia del Napo.
El majestuoso ceibo, de más de 40 metros de altura, es el único que ha quedado en pie en esta boscosa zona, donde habitan más de 200 personas, quienes ahora lo protegen como un gran tesoro.
Pero no solo este frondoso árbol es atractivo en el lugar, ya que a pocos metros de este se han encontrado gigantescas piedras que tienen petroglifos, los cuales, según sus habitantes, eran los nombres de los integrantes de la alta jerarquía de esa comunidad indígena.
Vicente Andy, morador de la comuna, recordó que él llegó a este lugar hace 50 años, cuando se unió a la hija de los dueños del terreno.
“Cuando llegué me contaron muchas historias de las piedras. Familiares de mis suegros decían que por las noches las piedras se iluminaban de la nada y que en ocasiones rodaban, por eso los niños jugaban montados en ellas”, indicó Andy.
El hombre, de casi 80 años, aseguró que cerca a las piedras también se hallaron vasijas de barro y demás materiales de Incas.
Otro de los comuneros, quien se identificó como Edwin Cerda, dijo que en El Ceibo existen más atractivos, uno de estos es un mirador donde se puede observar el inicio del río Napo. “En este sitio se unen los ríos Jatunyacu y Anzu, dos grandes caudales, siendo el primero propicio para el deporte extremo del rafting”, comentó el hombre.
Cerda, junto a otros comuneros, tiene en plan la creación de un proyecto turístico para la zona, ya que ese sería uno de los ingresos económicos para la comunidad.
“Vivimos de la agricultura, pero el turismo es importante para nosotros. Necesitamos que autoridades se hagan presentes para fomentarlo en nuestra comunidad”, refirió Edwin.
HISTORIA
Vicente Andy manifestó que hace muchos años atrás en este sitio existían varios ceibos, pero como la empresa maderera los taló desaparecieron.
“El ceibo está en pie porque un gringo (extranjero) que vivía en la zona dijo que no lo corten, que ese sería un referente para el sector, además podríamos contarle a nuestros hijos y nietos sobre la existencia del árbol”, señaló Andy.
Esta zona rodeada de árboles de diferentes especie también alberga una rica fauna y lugares paradisíacos. Uno de estos es los baños ancestrales, que son gigantescas piedras que asemejan bañeras.
Otro de los lugares de ensueño es la cascada de Las Latas, ubicada a 10 minutos de la comuna una caída de agua que se ha vuelto un lugar con mucho atractivo, donde el canto de los pájaros evidencia lo natural y botánico del sitio.
COMUNIDAD
El caserío inició con una familia. Ahora se extiende a más de 20, pero todos son parientes y trabajan para sacar adelante a la comunidad.