¡HASTA SIEMPRE, AMIGA!
FAMILIARES Y ‘PANAS’ DE LA JOVEN TRANS ACOMPAÑARON SUS RESTOS, QUE DESDE AYER DESCANSAN EN UN NICHO PRESTADO EN EL CEMENTERIO DE LA PARROQUIA LAUREL, DE DAULE.
Entre lágrimas, canciones y uno que otro ‘pepo’ de aguardiente, fue despedida Antonella Espinoza Mendoza. Los pasillos del cementerio general de la parroquia Laurel de Daule, quedaron estrechos para acoger a la multitud que la tarde de ayer acudió a darle el último adiós a la joven estilista que falleció la semana pasada en Guayaquil, cuando intentó colocarse una sustancia en sus pechos.
Una gran caravana de vehículos, motocicletas y tricimotos acompañó el recorrido fúnebre desde la casa del duelo en el sector Aguas Blancas hasta la iglesia Santa María de esta localidad, donde se ofició la misa de cuerpo presente.
Tras culminar el acto litúrgico el ataúd de Antonella salió cargado por sus amigos, quienes cantaban los temas que más le gustaban a la trans femenina.
Animados por las canciones que eran repetidas por un discomóvil, ‘panas’ y allegados bailaban con el féretro en sus hombros. Este habría sido uno de los pedidos de Antonella cuando muriera, comentó Lady Roberta Villamar, su amiga.
Roberto Mendoza, quien arribó desde la provincia de Galápagos, abrazó fuertemente a sus parientes y recordó los momentos felices que pasó junto a sus cinco hermanos, ya que Antonella era la última integrante de su familia. A paso lento acompañó el ataúd.
Mientras Flora Mendoza, de 45 años y madre de Antonella, entre lágrimas agradeció a una señora que les prestó el nicho para darle sepultura a su hija.
“Hija de mi vida, te me vas para siempre, Antonelita”, repetía la señora que no soportó el dolor y se desmayó al ver que el féretro ingresaba a una de las bóvedas del cementerio.
EL CIELO SE NUBLÓ
Ashley Yimabel Cortez Bajaña, la joven que acompañó a Antonella el pasado miércoles a la clínica ‘trucha’ donde a la joven trans le colocaron, supuestamente, silicona, también rememoró entre sollozos los más de tres años de amistad con la estilista.
Integrantes de la población GLBTI (gais, lesbianas, bisexuales, transexuales e intersexo), encabezada por Lady Roberta Villamar, realizaron un homenaje póstumo para Antonella. Por coincidencia, el cielo se nubló en ese momento, lo que generó más tristeza entre los asistentes al sepelio.
Cruz Mendoza, hermana de Antonella, agradeció al pueblo por su solidaridad para realizar el velorio y sepelio de la joven, ya que la familia se encuentra endeudada por los gastos que debieron asumir desde que conocieron del trágico deceso de la estilista.
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DÍAS FUERON velados los restos de Antonella.