Cabalgata identifica al montuvio
UNOS 300 CABALLISTAS PARTICIPARON DE ESTE ACTO EN PEDERNALES
Imponentes y elegantes. Así se mostraron unos 300 caballistas por las principales calles de Pedernales, Manabí, el sábado pasado.
Este cantón celebró sus fiestas octubrinas denominadas ‘El Comercio’, en honor a la productividad de sus pobladores. Sin embargo, la fecha real que festejan su parroquialización s 24 de Octubre de 1869.
Aunque en marzo festejan la cantonización, sus pobladores no quisieron dejar de lado las fiestas de octubre y decidieron celebrar sus costumbres y la riqueza de su territorio.
Entre las actividades resalta la cabalgata, que es una forma de preservar las tradiciones de sus padres y abuelos. Todo esto permite dinamizar el comercio y el turismo, indicó Milton Bravo, técnico del departamento de Turismo del Municipio de Pedernales.
La cabalgata cautivó a los pobladores que dejaron sus actividades para admirar a los jinetes y sus finos potrillos. ¡Fue un gran espectáculo!
El público estaba ‘hipnotizado’, seguía con la mirada el paso de los hermosos ejemplares que hacían gala de sus marchas distinguidas y ‘estiradas’. Habían de todos los colores y tamaños, cada uno tenía su encanto.
Los caballistas hacían gala de su destreza ancestral para manejar a sus animales, pero las mujeres no se quedaron atrás, por su belleza y delicadeza robaban miradas y suspiros al paso.
Caballistas Pedernales es como se denomina el club de todos los pedernalinos amantes de esta actividad, contó Roosevelt Mendoza, uno de sus integrantes.
Ellos se distinguían por usar una camisa blanca que en la espalda tenía el nombre de su grupo y un caballo. Además, en la manga derecha portaban bordada la bandera de Ecuador y en la izquierda la de su cantón.
Un orgullo y una tradición es para ellos hacer cada año esta cabalgata que se realiza desde 1997, confesó Carlos Bermúdez.
“Los manabitas nos caracterizamos por la monta de caballos, porque vivimos del campo y qué mejor que mostrarlo en una cabalgata ”, detalló.
Confesaron que la pasión por los caballos es algo que heredaron de sus ancestros. La mayoría recuerda que aprendió a montar a estos animales cuando apenas eran niños y desde entonces surgió su pasión por ellos.
Anahí Bermeo, una de las mujeres caballistas que participaron del festejo, sostuvo que su amor por este deporte se lo heredó su padre, quien es un apasionado de los potros.