¡ Dormía con la pelota!
Cuando termine el Mundial de Brasil, sus padres le tendrán un tapao arrecho y un ceviche. El zaguero esmeraldeño aspira a jugar en Europa.
La pelota era su almohada. De niño, Piero Martín Hincapié Reyna, jugador de la sub-17 de Ecuador que hoy desde las 15:00 enfrenta a Hungria, dormía abrazado con ella. Así empezó el defensa tricolor su romance con el fútbol. Esto hizo que su padre lo enviara a entrenar con el exarquero de Barcelona, Fausto Matamba, para que ‘mate el vicio’ en Esmeraldas.
Pero a los 10 años, el ‘pelado’ se desprendió de sus padres. El ‘cazatalentos’ Marcos Zambrano lo vio jugar un torneo de fútbol playero en la tierra verde y se lo llevó a Guayaquil para que militara por Norte América. “Fue difícil vivir sin él, pero hicimos el esfuerzo y hoy estamos contentos, porque nuestro hijo representa al país en el Mundial de Brasil”, dijo el padre del futbolista, quien se desempeña como profesor.
Con los norteños fue campeón sub-12, después ganó otro título con Deportivo Azogues, hasta que armó maletas para probarse en Independiente del Valle, donde en la actualidad tiene puesto asegurado.
JUGÓ EN PRIMERA
Piero ya jugó en Primera A de la LigaPro. Lo hizo el 10 de agosto de este año, cuando Independiente del Valle perdió en casa 2-3 ante Mushuc Runa.
En selecciones juveniles tiene recorrido. Fue convocado a la Tri para jugar el Sudamericano sub-15 disputado en Argentina el 2017, Sudamericano sub-17 de Lima y ahora el Mundial sub-17 en Brasil.
“En cada partido que juega nos reunimos en casa para verlo en familia. Siempre estamos pendientes de lo que hace nuestro hijo”, contó Jesús Hincapié, profesor del colegio León de Febres Cordero, en la parroquia Vuelta Larga de Esmeraldas.
Ahora su ilusión es jugar en el balompié europeo. “Quiere superar a Sergio Ramos, esa es su meta”, indicó el papá de Piero.
SU PLATO
El tapao arrecho es su plato favorito. Y ese será el ‘premio’ que sus padres le tendrán a Piero Martín Hincapié Reyna, cuando regrese del Mundial sub-17. “Eso le encanta comer, aunque
también le gustan los ceviches y cada vez que regresa a Esmeradas pide que le tengamos esos platos. Toca comprar los ingredientes antes de que llegue”, dijo Mayra Reina Farías, madre del defensa central.