“Venga que su esposo está muerto”
Una de las víctimas salió a ‘camellar’ y regresó a casa en un ataúd. Al otro lo llevaron a un sector apartado para matarlo.
Eran las 17:45 del domingo y ante la ausencia de Juan Carlos Chancay Vinces un mal presagio atormentaba a su esposa. Él no retornaba a casa, ni contestaba el teléfono.
Desesperada insistió, pero en esta ocasión del otro lado de la línea alguien que había tomado el celular de su cónyuge le respondió, pero con una nefasta noticia: “venga, venga que su esposo está muerto”.
Juan Carlos, de 36 años, estaba tendido en la calzada y bañado en sangre.
El crimen ocurrió a las 17:30 del domingo en la manzana 520 de la cooperativa San Francisco, de la parroquia Pascuales de Guayaquil.
Virginia Solórzano, abuela de la víctima, contó a este Diario que su nieto salió dos horas antes de su hogar, localizado en la cooperativa Assad Bucaram, del mismo sector para trabajar.
“Le dijo a la mujer que regresaba pronto, que iba a soldar unas rejas. No contestaba el teléfono y ella se preocupó.
Alguien que tomó el teléfono le dijo que estaba muerto”, comentó la abuela del fallecido.
Chancay comía afuera de una despensa, cuando dos sujetos que se bajaron de un auto se le acercaron y le descargaron 21 tiros, seis de ellos lo impactaron y provocaron su deceso.
María Wong, dueña del local, comentó que atendía a un cliente cuando escuchó las detonaciones. “Le había brindado un asado y él estaba parado afuera de mi local. Fue una ráfaga de tiros. Los asesinos huyeron a pie y el joven quedó tirado junto a mi negocio”, comentó aún asustada María.
Juan Carlos era albañil y deja tres niños en la orfandad.
LE ROCIARON GASOLINA
Tres horas después otro hecho violento apagó la vida de otra persona. Esta vez ocurrió en el sector Peñón del Río, de Durán. La víctima es José Luis Bravo Manzaba, de 20 años.
Según información de la Policía, el joven habría estado en una cancha de fútbol y fue llevado a este sitio para ser asesinado. La víctima tenía varios tiros en el tórax y en la cabeza.
A un costado del cuerpo fue hallada una lata de cerveza con olor a gasolina, la misma que fue regada alrededor de la cabeza de Bravo.
Johnny Chévez, tío del fallecido, dijo que vio por última vez con vida a su sobrino a las 16:40 del domingo cuando se acercó a su casa para devolverle una bicicleta que le había prestado horas antes.
CRÍMENES
En el feriado se suscitaron 5 muertes violentas en las Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón). Suman 226 en lo que va del año.