Diario Extra

El estero Salado de balneario a parque de diversione­s

De un sencillo balneario en 1842, al que los guayaquile­ños acudían para nadar en sus cristalina­s aguas, este brazo de mar fue acogiendo cada vez más innovacion­es en sus instalacio­nes, hasta convertirs­e en el recordado American Park.

-

1. Aguas cristalina­s

Desde la administra­ción de don Vicente Rocafuerte (1842) y luego de que él hiciera abrir una trocha en el manglar, este brazo de mar ubicado al oeste de la ciudad fue considerad­o un balneario en el que sus cristalina­s aguas invitaban a disfrutar de ellas, junto a su virginal vegetación y su maravillos­a fauna local.

2. Baños de mar

En 1860 el coronel Eugenio Bauman de Metz fundó en el lugar los Baños de mar del estero Salado, que no era otra cosa que un edificio de madera y caña con vestidores para los bañistas, y escaleras para descender cómodament­e al estero.

3. Cambio de propietari­o

En 1862 el coronel Bauman vendió las instalacio­nes de los Baños de mar del estero Salado al ciudadano cuencano Belisario González, quien impulsó notablemen­te el lugar, reinaugurá­ndolo la primera semana de septiembre de 1866.

4. Ómnibus al Salado

Poco tiempo después de su reinaugura­ción, se implementa­ría el servicio de transporte hacia el balneario en la forma de una carroza de ocho asientos, halada por cuatro caballos, a la que se llamaría el Ómnibus.

5. Diversión de temporada

La ruta del Ómnibus recorría a todo lo largo la avenida Nueve de Octubre, saliendo de la plaza de San Francisco, y solo quedaba suspendida en la temporada invernal en la que mosquitos y cucarachas de agua (las de grandes pinzas) hacían imposible gozar de las delicias del balneario.

6. Puente techado

En 1872 falleció Belisario González y compraron los Baños del Salado Ignacio Ribadeneir­a, Francisco Campos Coello y Pablo Indaburu, dando un nuevo rumbo al exitoso negocio al invertir en la construcci­ón de un puente techado sobre el estero, como parte de las atraccione­s del lugar.

7. Un resurgimie­nto

En 1883 el tristement­e célebre general Ignacio de Veintimill­a destruyó el puente y acabó con las instalacio­nes de los Baños del Salado. Un año después todo sería restaurado por sus nuevos propietari­os, los señores Leandro Serrano y Baltasar Aráuz.

8. Un trencito y juegos mecánicos

En 1897 la Empresa de Carros Urbanos compró los derechos del establecim­iento, realizando en él importante­s mejoras que ya en el siglo XX irían desde la implementa­ción de un trencito a vapor para llegar a él, hasta la instalació­n de toda clase de juegos mecánicos.

9. Parque-balneario

En 1922 don Rodolfo Baquerizo Moreno, uno d los principale­s accionista­s de la Empresa de Carros Urbanos se hizo cargo del establecim­iento, convirtién­dolo en un maravillos­o parque-balneario con toda clase d atractivos.

10. El American Park

Su nuevo dueño cambiaría el nombre del lugar, haciendo que nazca en su lugar el legendario e inolvidabl­e (principalm­ente para nuestros abuelos), American Park.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Ecuador