Prótesis amarrada y un niño en brazos
Le dan citas para seguir analizando su caso, ella ni siquiera puede caminar, porque se le cae en pedazos la ‘pierna postiza’. Pide ayuda urgente.
Ala humilde Eloísa Cortez Muñoz le toca amarrarse con trapos y cinta de embalaje la prótesis que tiene en su pierna derecha. ¡La misma que está hasta oxidada!
No la puede botar porque si lo hace tendría que utilizar muletas para movilizarse y no habría quién le ayude a cargar a su tercer vástago, de apenas 4 meses de nacido.
“Mi vida es dura, pero tengo que luchar para sacar adelante a mis tres hijos: una niña de 10 años, otra de 3 y el último de 4 meses”, relata la señora, que vive en una casa de la manzana 106, solar 1 de la cooperativa Thalía Toral 1, en Monte Sinaí, noroeste de Guayaquil.
SIENTE MUCHO DOLOR
La realidad es que Eloísa no aguanta andar con la prótesis remendada. Le produce intenso dolor en su pierna cuando camina. Además, su preocupación es que se le rompa al caminar con su hijo en brazos. Puede caer y golpear al niño.
“He luchado mucho tiempo para que me la cambien, pero no lo logro. Si tuviera dinero hace rato lo hubiera realizado para no andar rogando, pero a veces no tengo ni para darle de comer a mis hijos”, añade la dama de 30 años, quien lanza un pedido para alguna persona de buen corazón que desee sacarla de tanta angustia, regalándole o gestionándole una prótesis adecuada para su extremidad.
Y lo peor es que ni siquiera puede sacarse la prótesis cuando le toca bañarse, porque le costaría mucho tiempo volverla a armar.
MUCHO TRÁMITE
Cuenta que en julio de este año la citaron del subcentro de salud del sector, donde le realizaron exámenes. Luego la derivaron para que acuda al hospital del Guasmo sur, donde le realizarían otros análisis el próximo 3 de diciembre. “Tendré que fletar taxi para ir y regresar, porque no puedo caminar. Y no tengo tiempo suficiente ni dinero, todo se me complica, estoy desesperada. No entiendo porqué le dan tantas vueltas al asunto, mucho trámite para dar una ayuda”, relata la mujer, quien en ocasiones llora de impotencia, porque no logra lo que tanto busca: Una
pierna ortopédica nueva.
OTRAS AYUDAS
Eloísa Cortez no solo que necesita apoyo para cambiar su prótesis parchada, que desde hace muchos años lleva amarrada a su pierna. También requiere la ayuda de alguna persona o empresa que desee extenderle la mano para colocar algún negocio que le permita ganarse unos centavos para comprarle la leche y los pañales a su hijo.
“En ocasiones compro un litro de leche y con eso le lleno el biberón para ayudarlo en la alimentación a mi bebé. Los otros dos se contentan con cualquier bocadito”, dice la desesperada madre, quien en ocasiones prepara bollos para ofrecerlos a los vecinos y con eso sostener el hogar.
Su madre, María Muñoz, que vive en otro sector de la ciudad, es quien le estira la mano cuando necesita asistencia o le falta un bocado de comida.