¡El terror ‘viaja’ en taxi!
Los perjudicados ahora temen abordar un vehículo y en el caso del chofer realizar una carrera. Un fiscal y un jefe policial indican que diciembre es el mes más peligroso del año.
Han transcurrido 11 meses y los funestos recuerdos del pasado 5 diciembre vuelven a la mente de Juan Carlos Castro como si fuera ayer. Lo que para él y su esposa era una alegre noche de compras se tornó en una desgracia cuando abordaron un taxi informal en el exterior de un centro comercial del norte de Guayaquil.
Juan Carlos tenía dos envoltorios, allí guardaba la ropa que había adquirido y que usaría para Navidad y Fin de Año, su pareja llevaba en un paquete los calzados que estrenaría para Nochebuena.
Habían avanzando aproximadamente 200 metros cuando de pronto, de otro vehículo descendieron tres individuos y se subieron en el auto blanco en que ellos se trasladaban.
“Vivimos los 45 minutos más terribles de nuestras vidas. Nos maniataron, nos quitaron nuestras pertenencias, amenazaban con matarnos, finalmente nos dejaron botados en un sector desolado de la ciudad”, recordó Castro, mientras sujeta la mano de su cónyuge, quien tiene ocho meses de gestación.
Juan Carlos comentó que ahora teme abordar un taxi, “le hacemos foto a la placa y se la pasamos a un familiar, vamos atento al trayecto, si vemos algo sospechoso, pedimos al taxista que se detenga”, sostuvo.
Una historia opuesta, pero parecida a la de Castro y su esposa, la vivió el 22 de noviembre pasado el taxista informal Édison Baque. En esta ocasión las víctimas no eran pasajeros, sino el conductor del taxi.
A las 19:30, el hombre de 37 años fue abordado por cuatro personas, entre ellos una mujer. Le solicitaron una carrera desde la cooperativa Paraíso de la Flor, en el noroeste porteño, hasta la parroquia Pascuales.
Cuando llegaron al lugar pautado y Édison esperaba su paga por el servicio de taxi, dos de los supuestos pasajeros lo sujetaron del cuello, mientras que otro lo apuntó con una pistola.
“No te muevas, no hagas nada porque te matamos”, le dijo otro de los antisociales.
Lo obligaron a quitarse la ropa, con la camisa le amarraron las manos y deshilacharon
el pantalón para sujetar sus pies y cubrirle el rostro. Luego lo llevaron hasta un sector apartado, en la Autopista Narcisa de Jesús, lo bajaron a la fuerza y lo amarraron a un árbol.
“Así permanecí desde las 21:30 hasta las 05:00 que logré desatarme. Fueron horas de angustia, temía que regresaran y me mataran. Cuando me desamarré caminé hasta la carretera y le pedí ayuda a un recolector de botellas que pasaba por el sector”, rememoró Édison.
Al hombre aún se le quiebra la voz cuando relata la ‘pesadilla’ que vivió por ganarse unas monedas para el sustento de su hogar. El vehículo que Édison conducía, un Chevrolet blanco y que era propiedad de una vecina, nunca apareció.
Carmen Guerrero, dueña del automotor robado, explicó que un mes antes se le había caducado el seguro del carro, por eso no tenía rastreo satelital y a pesar de que denunció el secuestro del conductor y el robo del auto, nunca obtuvo una respuesta favorable.
“Aún debo 24 letras. Le di el carro al vecino porque él estaba desempleado y se acercaba Navidad”, comentó Carmen.
DICIEMBRE, EL MÁS PELIGROSO
El fiscal Víctor González explicó que situaciones como las de Juan Carlos y la de Édison son frecuentes, sin embargo desde los meses de enero a noviembre es más común que las víctimas sean los taxistas formales o informales, pero en diciembre la figura del delito cambia.
“A diferencia de los meses de enero a noviembre, en diciembre es más frecuente que hayan usuarios víctimas de secuestro porque es un mes comercial y se maneja mucho dinero”, refirió el funcionario judicial.
González dijo que en el último mes del año, los delincuentes disfrazados de taxistas ubican a las personas a la salida de los centros comerciales y ofrecen sus servicios, pero en el trayecto se suben sus cómplices para robar, extorsionar y secuestrar a los pasajeros.
“Les exigen que saquen dinero de los cajeros, para esto ya les han quitado las pertenencias y en muchos casos hasta los han golpeado”, comentó el fiscal.
González recomendó tener cuidado al momento de abordar un vehículo, verificar la placa y que sea un taxi legal.
“Las personas toman taxi por mayor seguridad y los delincuentes se aprovechan de esto. Los lugares más utilizados para cometer delitos son centros bancarios y malls”, refirió el fiscal.
El capitán Jorge Córdova, jefe de la Unidad Antisecuestro y Extorsión (Unase) de la Policía, dijo que en este año se refleja un alza de denuncia por el delito de secuestro extorsivo.
“Noviembre y diciembre son meses donde hay más circulantes porque se reciben bonos, decimos, aguinaldos, aparte es una fecha comercial, donde por la Navidad muchas familias compran regalos. Los delincuentes también quieren tener su Navidad y aprovechan para cometer los ilícitos”, refirió el oficial.
Córdova mencionó que en octubre pasado fueron detenidas seis personas integrantes de una organización criminal dedicada al secuestro extorsivo.
Explicó que la finalidad de los delincuentes no es el secuestro, sino el robo, “pero para poder retirar el dinero y apoderarse de los bienes mantienen a la persona en contra de su voluntad”, puntualizó Córdova.
ESCAPÓ
El martes pasado, en Progreso, un taxista escapó de sus secuestradores que lo habían metido en la cajuela. Lo abordaron en Anconcito, Santa Elena.