¡‘Clavado’ mortal!
El cadáver quedó debajo de un parque lineal, en el suroeste de Guayaquil. Los investigadores no hallaron algún documento que permitiera identificarlo.
La noticia se esparció en pocos minutos y a la barriada poco le habría importado la hora y el sueño. Eran las 05:30 de ayer y los moradores prefirieron dejar la comodidad de sus camas para salir a observar el cuerpo de un hombre que había quedado atrapado entre el fango y las rocas del estero Salado, en Guayaquil.
El sujeto, cuya identidad no fue establecida por los investigadores, habría sido descubierto cuando se sustraía algunas luminarias del parque lineal del sector y luego empezó a correr para evitar que lo detuvieran.
Sin embargo, al ver que se acercaba un guardia de seguridad, decidió saltar, según relató Julio Gómez, un morador.
El hecho se suscitó cerca del portón de la calle Yaguachi, también conocida como la 14, a una cuadra de la Pedro Pablo Gómez, en el suroeste porteño.
Para Gómez, el sospechoso corrió con poca suerte porque “justo había bajado la marea. Es por eso que al tirarse al agua, se dio con todo en el lodo. Si la marea hubiera estado alta, la historia sería otra, porque solo hubiera nadado después de su clavado”.
El suceso fue alertado al ECU 911 cerca de las 06:00. Agentes del Servicio Urbano, del circuito policial Salinas, llegaron y corroboraron que en el agua había un cadáver y que retirarlo del lugar era complicado.
Por eso, pidieron apoyo a los especialistas del Grupo de Intervención y Rescate (GIR), quienes llegaron con trajes de buzos y una canastilla. Ellos bajaron a la ribera y nadaron hacia el lugar donde estaba el cuerpo, que a las 07:00 ya había quedado cubierto por completo, pues la marea empezaba a crecer.
El oficial a cargo del procedimiento, teniente Santiago Viteri, mencionó que las circunstancias del hecho no eran claras y que aún se encontraban en investigación.
Además, comentó que se trataría de una persona de 25 años y explicó que para recuperar el cadáver fue necesaria la intervención de cuatro comandos del GIR.
En el sitio del suceso, los lugareños se acercaron a los agentes cuando sacaron el cuerpo, para observarlo de cerca, pero nadie lo reconoció.
“Pensábamos que era alguien de la zona, pero no. Es la primera vez que lo vemos por aquí”, dijo Julio Gómez.
Peritos de la Policía también acudieron al lugar y trasladaron el cadáver al Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses, de la avenida Rodríguez Bonín, del oeste de la urbe.
NECROPSIA
En la morgue, los peritos establecerían si el hombre murió ahogado o a causa de algún golpe por la caída.