Lluvia de goles entre Barrionuevo y Atucucho
La disputa del tercer lugar del campeonato sub-18 de la Federación de Ligas de Quito terminó igualado a tres goles y el ganador se lo determinó mediante los emocionantes penales.
El estadio de la Federación de Ligas Barriales de Quito, ubicado al norte de la ciudad, fue el escenario donde se definió el campeonato de la categoría sub-18.
Por el tercer lugar se enfrentaron los equipos que representaban a Barrionuevo y Atucucho. Los pelados se encontraban nerviosos previo al inicio del encuentro y con atención escuchaban las instrucciones de sus entrenadores.
Mientras tanto, en los graderíos se instalaba la fiesta con los cánticos de las barras que llegaron para apoyar a los chicos.
El pitazo inicial hizo que las emociones inicien, las que fueron creciendo con la llegada de los goles. Pocos presagiaban que la disputa de la medalla de bronce sería tan cerrada y con varias anotaciones.
Kevin García, con un doblete, fue la figura de Atucucho. Hizo gala del número 10 que lleva en su camiseta y fue el líder de su conjunto que también marcó por intermedio de Carlos Salazar.
Por parte de Barrionuevo anotaron Jimmy Hurtado, Jeremy Cruz y Jefferson Vásquez, por lo que el juego se extendió a la definición desde los doce pasos.
El cansancio y la ansiedad se evidenciaban en los rostros de los jóvenes futbolistas.
Diego Romero inició la racha efectiva de Barrionuevo, en cambio Atucucho empezó con el pie izquierdo con el fallo en el cobro por parte de Alexander Simbaña, quien fue consolado por sus compañeros.
Esto fue clave para que Barrionuevo se lleve el tercer lugar con cien por ciento de efectividad desde el punto penal, siendo
Cruz, autor de uno de los tantos en los 90 minutos, quien cierre la serie y desate la alegría de los jugadores del barrio del sur de la capital.
“Fueron muy tensionantes los penales, tuvimos la suerte de ser efectivos en los cobros y ganar el tercer lugar, estamos muy felices por este triunfo”, comentó el goleador Cruz mientras se abrazaba con sus compañeros y cuerpo técnico.
En la vereda contraria había resignación y palabras de aliento para los pelados que dejaron todo en la cancha y no tuvieron suerte en la lotería de los penales.