Agarrados detrás del cementerio
Cuatro sujetos fueron detenidos luego de una larga persecución. La Policía les ‘cortó’ el robo, pues tenían en la mira a una persona que iba a sacar dinero del banco.
Tenían trazado un plan. Habían fijado la hora, el lugar y sobre todo el botín: al menos 40 mil dólares. Sin embargo, poco antes de que cuatro sujetos pudieran dar el gran ‘golpe’ en los exteriores de una unidad financiera fueron interceptados.
Los uniformados rodearon a los sujetos en el sector de Nueva Aurora, sur de la ciudad. Sin embargo, los sospechosos, tres venezolanos y un ecuatoriano, se subieron en sus motos y huyeron. De inmediato se inició la persecución de los implicados hacia el norte de la capital.
Tiempo después, los agentes motorizados y las patrullas alcanzaron a l os sospechosos, quienes habían avanzado hasta la parte trasera del cementerio de San Diego, en el centro de la urbe.
Dos de ellos fueron revisados contra una pared, mientras que los otros dos fueron neutralizados en el piso.
Luis Gallo, jefe de operaciones motorizadas del Distrito Quitumbe, detalló que los aprehendidos tenían en su poder dos armas de fuego. Adicionalmente cargaban varios cuchillos y herramientas.
Las primeras indagaciones revelaron que los involucrados estarían actuando bajo la modalidad de sacapintas. Es decir, esperaban a que sus víctimas salieran de los bancos y cooperativas con fuertes cantidades de dinero para asaltarlos.
Luego de la captura, los cuatro fueron llevados al comando de Policía. En el lugar se revisó si los implicados tenían antecedentes penales. Según la plataforma digital de la Judicatura, ninguno de los tipos tiene historial penal.
Aun así, al momento se investiga si los detenidos habrían participado en otros atracos o si los extranjeros tenían cuentas pendientes en su país de origen.
Al finalizar con las diligencias en el destacamento y fijar la evidencia, que fue trasladada a las bodegas de la Policía Judicial, los hombres fueron llevados a la Unidad de Flagrancias de Quitumbe.
Allí fueron puestos en una zona de aseguramiento temporal hasta que se les agende la audiencia.
Hasta el mediodía de ayer no se conoció el resultado de la diligencia. Si un juez les dicta prisión preventiva por tentativa de robo, podrían ir a la cárcel de dos a cuatro años.