¡EVITARON SU MUERTE!
Un exvecino la convenció que no lo haga y los policías la rescataron. Ocurrió en Guerrero Martínez y Calicuchima, centro sur de Guayaquil.
Una reacción temeraria. Una joven quiso lanzarse desde la terraza de una casa de cuatro pisos, en las calles Guerrero Martínez y Calicuchima, en el centro - sur de Guayaquil.
El inesperado intento tomó a los vecinos por sorpresa, pues ella, de unos 18 años, vivió un poco más de 12 meses en la zona y en ese tiempo ella nunca perdió la calma.
Ricardo Castro, uno de los moradores, aseguró que la vio con una mirada de enojo, con las pupilas dilatadas y gritando que se iba a tirar, porque no se sentía querida.
Castro aseguró que durante la época en que ella habitaba por el sector, él hizo amistad con ella y siempre la aconsejaba. Por eso, cuando la vio con esa actitud, decidió hablar con ella para poder tranquilizarla.
“Subí para decirle que lo piense bien y que no puede tomar una decisión así. Ella comenzó a llorar y parece que tuvo miedo de verse con el cuerpo hacia afuera (de la terraza)”, contó Castro.
El residente dijo que la chica antes vivía allí con su madre y sus hermanos. Alquilaban un departamento en aquella vivienda. Sin embargo, el sábado por la noche, Castro la vio deambulando por el sitio.
Ayer por la mañana, él y otros lugareños la observaron tirada en la acera, en malas condiciones de salud. Atemorizados por verla en ese estado, llamaron al ECU-911 para solicitar ayuda y una ambulancia llegó a los pocos minutos para atenderla. También arribaron gendarmes para colaborar con la emergencia.
Según el capitán de policía Geovanny Baca, la joven estaba bajo síntomas de intoxicación, pero se desconoce si consumió alguna sustancia.
“Los paramédicos le dieron los primeros auxilios, la persona reaccionó alteradamente, empujó a los paramédicos y corrió hacia la casa de cuatro pisos”, indicó Baca.
Después, la mujer se colocó del lado externo del balcón, mientras se agarraba del borde de la estructura. Los policías y unos vecinos subieron para tratar de evitar que la fémina se lance. Entre el piso y el borde del balcón en el que estaba, hay una altura de alrededor de 15 metros.
“Una policía que estaba en el procedimiento la sostuvo del brazo y el otro compañero uniformado la levantó, e impidieron el intento de aventarse hacia el suelo”, explicó.
Posteriormente, la madre de la fémina, quien había sido contactada por los vecinos, llegó al sector para ver qué había sucedido con su hija. Luego, los policías entregaron a la chica a su progenitora, fuera de peligro.
“Nunca antes había pasado algo así por aquí. Por eso quisimos evitar que ocurra una tragedia y también porque la conocemos”, reflexionó Castro.