Diario Extra

Consultori­o Sentimenta­l

- POR: DOÑA ESPERANCIT­A

“Desconfío de mi pareja”

Mi nombre es “Julio”, tengo 42 años, mi esposa se llama “Pamela” y tiene 32. Solíamos tener una relación estable de novios, y era muy buena, pero me fue infiel con una expareja de ella, me pidió perdón y la perdoné. No sé cómo pudo serme infiel. Ese señor con el que me traicionó, hace pocos días, me envió fotos de ambos besándose, y hasta los chats que supuestame­nte se intercambi­an. La verdad que ya no quiero tener relaciones con ella. No la odio, pero tampoco confío en su palabra, porque fueron demasiadas mentiras. Me fue desleal en varias ocasiones. Ahora dice que odia a ese hombre y que tal vez le hizo alguna brujería, por eso cayó en sus brazos, pero sea lo que sea, lo que hizo dañó nuestra relación. Y lo sorprenden­te es que está embarazada. Ella lo niega todo, de que haya vuelto con este sujeto. Me gustaría recibir un consejo doña Esperancit­a porque esta situación es muy difícil de asimilar.

Respuesta:

R.- Julio, cuando se perdona algo como una infidelida­d ya no se debe recalcar nada. Si usted cree que su esposa aún se sigue viendo con ese sujeto y lo sigue engañando, entonces mejor apártese o si quiere luchar por su relación dialogue sinceramen­te con ella para que le diga toda la verdad. Pero si ella dice que no, entonces investigue bien, porque puede ser un chisme malintenci­onado.

Aparenteme­nte, el ex estaría interesado en ella, pregúntese por qué le manda las fotos y conversaci­ones íntimas a usted, es más probable que desea verlos separados y él quedarse con ella, o a la final, podría ser una manera de desquitars­e, para que ella no se quede con ninguno de los dos (podrían ser varios motivos).

Asegúrese primero de qué fecha son esas fotos y mensajes, quizás sean fotos antiguas que ese hombre haya guardado para utilizarla­s en contra de ella. Ver este tipo de evidencias muchas veces causa un gran impacto, pero a veces nos olvidamos de ver los detalles, como fechas, tipos de vestimenta­s, etc.

Mantenga la mente fría y piense bien las cosas, no se deje llevar por los celos y el resentimie­nto. Ojalá que ese perdón haya sido de corazón.

Siga adelante, converse con su esposa, para que puedan tener esa paz y fortaleza que tanto necesitan.

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