¡‘PESCADOS’ A BALAZOS!
Las víctimas, pescadores artesanales, tuvieron una riña en un complejo turístico; para que no se terminara la fiesta, se fueron a la casa de uno de ellos, pero... en el camino los llenaron de plomo.
Con la finalidad de disfrutar el último sábado del año, después de almorzar, Luis Antonio Bravo Sánchez y Carlos Julio Tello Chasing acudieron a divertirse a un complejo turístico de la parroquia Puerto Bolívar, provincia de El Oro, pero al finalizar el día, ambos fueron baleados.
Por datos dados en la Policía, se conoció que los panas estuvieron en la tarde del sábado tomando sol, bañándose y divirtiéndose en el centro turístico. Pero alrededor de las 18:00, Luis y Carlos habrían tenido una riña con otros sujetos. Debido al escándalo, apagaron la música y dieron por finalizado el festejo.
Se presume que Bravo y Tello, para no armar más problema, salieron del sitio y se dirigieron hasta el domicilio de Luis, ubicado en las calles 26va. oeste, entre Séptima y Octava sur, barrio 12 de Noviembre de la parroquia Puerto Bolívar a unas cuatro cuadras del complejo.
Al parecer, los amigos pensaban seguir libando, pero cuando iban a entrar a la vivienda, vieron una motocicleta con dos sujetos a bordo, quie
nes llegaron desafiantes.
Serían las 18:50, cuando las víctimas que se encontraban en la parte exterior del domicilio, fueron baleadas. Los dos hombres trataron de esconderse, pero fueron alcanzados por alrededor de siete proyectiles de arma de fuego.
La ráfaga de disparos alertó a los vecinos del barrio 12 de Noviembre de la parroquia machaleña. Después todo era desesperación. El cuerpo de Bravo quedó boca abajo y Carlos Tello quedó al pie de la puerta de la casa, tenía orificios de proyectiles en la cabeza y abdomen.
“¡Nooo.. despierta, tú no
estás muerto!”, gritaba una mujer, quien fue controlada al querer abalanzarse al cuerpo de Bravo.
AMENAZAS
El coronel Víctor Hugo Molina, jefe de la Policía del Distrito Machala, cree que el doble crimen sería resultado de una supuesta amenaza tras la riña que se produjo en el complejo.
“Los presuntos asesinos habrían amenazado de muerte a las víctimas cuando estaban en la piscina”, dijo el jefe policial.
Después, personal de Criminalística detalló que Carlos Tello presentaba tres heridas de bala en su cuerpo y Luis Bravo cuatro.
Los familiares de los occisos preferían mantenerse en silencio, pero al ver a sus seres queridos muertos en el piso, rompieron en llanto.
Los gritos de dolor fueron más intensos cuando estacionaron el carro de Medicina Legal y después empezaron a embarcar los cuerpos al vehículo para trasladarlos al Centro Forense. Algunos familiares no querían que se los llevaran, pues aún no asimilaban que sus parientes estaban sin vida.
La Dirección de Muertes Violentas y Desapariciones (Dinased) investiga el hecho para tratar de ubicar a los presuntos responsables del suceso.
La madrugada de ayer, unos agentes realizaron allanamientos a los sospechosos que presuntamente ya están identificados, pero, hasta el mediodía de ayer, no lograban ubicarlos.