¡ADIÓS VIEJO, MI QUERIDO VIEJO!
¡COMPLETO RECUENTO DEL COLOSO QUE DESAPARECE A SUS 72 AÑOS!
✓Allí se clasificó a tres mundiales, debutaron grandes jugadores y Ecuador le ganó por primera vez a Argentina.
Era 2 de junio de 1996. Por primera vez, la selección de Ecuador le ganaba a Argentina, y lo hizo precisamente en el estadio Atahualpa, escenario que será demolido a finales de este año para convertirlo en una ciudad deportiva.
El marcador del partido, válido por las eliminatorias al Mundial de Francia 98, terminó por 2-0, con goles de Alberto Montaño y Eduardo Hurtado. Esa segunda anotación que marcó al Tanque, es el recuerdo más grato que guarda del gramado capitalino.
“Fue la primera vez que se le ganaba a Argentina en una eliminatoria. Ese gol fue el que le dediqué a mi papá. Tuve oportunidad de marcar y celebrar goles en el Atahualpa, ese ha sido un escenario muy simbólico para el fútbol ecuatoriano”, indicó el exseleccionado nacional en diálogo con EXTRA.
Y, aunque su máximo recuerdo es ese tanto que quedó en la memoria de los ecuatorianos la imagen del Tanque atravesando la cancha mientras gritaba “¡Padre!”, el exfutbolista recordó también la final entre Liga de Quito y El Nacional en 1999, él jugando para los albos. En ese partido anotó dos goles en el marcador que terminó 3-1.
“Aunque haya mucha nostalgia, la idea de remodelar el estadio servirá para mantenerlo vigente y con lo que van a poner restaurantes y van a aumentar el aforo, la gente va a querer ir más seguido”, comentó. En ese sentido, el Tanque opina que “la memoria nadie nos la quita, así lo demuelan y remodelen”.
Sin embargo, el exseleccionado y exentrenador Álex Aguinaga no piensa igual. Él se considera un “romántico del fútbol” y un aficionado de “lo antiguo y lo tradicional”. Aunque no está tan familiarizado con el proyecto que se prepara para remodelar al Coloso, el Güero se cuestionó sobre el área física que ocupa el Atahualpa y cómo esta podría albergar a toda una ciudad deportiva.
“El espacio es justo para el estadio. Me imagino que los parqueaderos serán subterráneos, para aprovechar ese espacio. La pista olímpica dejaría de existir, entonces ya no podría llamarse estadio Olímpico Atahualpa”, indicó Aguinaga desde su residencia en México.
Por otro lado, Aguinaga reveló los dos grandes recuerdos que guarda en la cancha de El Batán. El primero, su debut como jugador profesional en
1984, cuando vistió la camiseta del equipo de sus amores, Deportivo Quito. Y el segundo, la primera clasificación a un Mundial de fútbol, cuando la Tri igualó 1-1 ante Uruguay, precisamente, en el Atahualpa.
El 7 de noviembre de 2001, Jaime Iván Kaviedes marcó el tanto que permitió a la selección nacional participar en Corea-Japón 2002, en un equipo en el que brillaron figuras como Aguinaga, Kaviedes y Agustín Delgado.
“No se toca el corazón. Han desaparecido estadios a nivel mundial y de ellos quedan solamente los recuerdos. El hombre de negocios sabe por qué hace las cosas”, comentó el Güero.
PARTE DE LA CIUDAD
El exjugador y extécnico Polo Carrera recordó cuando el estadio Atahualpa estaba ubicado en una parte vacía de la ciudad: no había edificios alrededor, mucho menos centros comerciales y, ya de una forma inimaginable, no había tanto tránsito vehicular. “Solíamos llegar en ómnibus porque era la manera de movilizarse cuando el estadio quedaba lejos. Y la gente caminaba, se daba formas de llegar al escenario”.
El notable crecimiento de la ciudad facilitó el acceso al Atahualpa pero, al contrario, la cantidad de aficionados presentes disminuyó. Esto porque, a decir de Carrera, es un estadio que abre sus puertas para varios equipos, a diferencia, por ejemplo, de las canchas de Liga de Quito o de Aucas.
“El Atahualpa fue testigo de mi debut profesional en 1960. Luego fue testigo de tres clasificaciones a Mundiales. Es el símbolo de las victorias, de la historia, de graderíos repletos de gente apoyando a la selección, de la alegría...”.
Al igual que Aguinaga, Carrera se preguntó cómo podría ser aprovechado el espacio físico del que dispone el Coloso para ampliarlo al punto de convertirlo en una ciudad deportiva. “Pero los expertos saben cómo hacen su trabajo”.
Juan Carlos Burbano, exseleccionado y exentrenador, también recordó al estadio como un lugar alejado de la ciudad. Él vivía en El Batán, así que solía ir caminando con su hermano mayor para ver jugar a El Nacional, cuando Burbano tenía unos 6 años.
“El Batán quedaba lejísimos, o sea nosotros vivíamos muy lejos. Y el estadio, obviamente, era prácticamente en el límite de la ciudad, porque la avenida Seis de Diciembre terminaba en el Atahualpa. El bus del colegio nos dejaba en el estadio y de ahí teníamos que subir caminando a la casa, porque ni siquiera había calles”, recordó.
Burbano rememoró su debut deportivo, en 1988, con la camiseta de Universidad Católica. “Había 30 personas en el estadio”. Desde allí, Burbano ha sido testigo del imparable crecimiento del Coloso, que ahora representa un punto céntrico de Quito. “En la ciudad hay muy poca organización, por eso hay tanto tráfico. Si hacen los cambios que quieren hacer, deberá haber suficiente organización para que el tránsito no colapse”.
Por otro lado, al igual que sus colegas, Burbano recordó las clasificaciones a los mundiales, siendo él mismo uno de los convocados para acceder al torneo de 2002.
“Ahí di vueltas olímpicas, celebré goles, festejé mundiales. Me hubiera gustado que solo reconstruyan el estadio, no que lo demuelan y lo vuelvan a montar. Espero que, con todos los cambios, se mantenga el sentido romántico que rodea al Atahualpa”.
Al punto...
EL COLOSO de El Batán nació hace 72 años, en ese barrio del norte quiteño. Ecuador
clasificó a tres copas mundiales en el gramado.