¡Casitagua sin tregua!
Moradores que residen cerca al cerro están a la expectativa ante la propagación de las llamas. Hasta al mediodía de ayer, el fuego no era controlado. Por el momento no hubo heridos.
El cerro Casitagua no dejaba de quemarse. Los esfuerzos que se realizaban para sofocarlo parecían infructuosos. Hasta el mediodía de ayer se divisaba las columnas de humo ante el inclemente sol que no daba tregua.
A simple vista se observaba cómo las llamaradas avanzaban por la vegetación seca. Sobre esa área quemada se descargaba el agua que llevaban los bambi buckets (cubo con válvula de liberación) de los helicópteros de los bomberos y la Policía.
Miembros de estas instituciones, así como de las Fuerzas Armadas, se juntaron para aplacar el siniestro. Más de 200 uniformados se sumaron a las tareas. Desde temprano, las intervenciones se retomaron, ya que el martes no se logró terminar con el avance del fuego.
Ese día, desde las 14:00, aproximadamente, se inició el desastre. En la noche, se intensificaron los trabajos, pero el terreno agreste y la inclinación del lugar (de 50 a 70 grados) lo dificultó todo.
A pocos kilómetros del suceso se asienta el barrio Santa Teresita Alta. Ellos han pasado horas de angustia. Temen que sus viviendas así como las personas se vean afectadas.
Héctor Tamayo vive 15 años en esa localidad. Tiene su taller de cerrajería al pie del Casitagua y es la primera vez que mira una tragedia ecológica a una distancia tan corta.
El hombre siempre pasa en su taller. La tarde del martes no fue la excepción. “Vi que subieron cuatro jóvenes cerca de las dos de la tarde. Luego bajaron solo dos”, confirmó.
Él no los acusa por el hecho porque ni siquiera los conoce. Solo pide que, si es posible, se indague a esas personas si lograran identificarlas.
Sin embargo, Jorge Yunda, alcalde de la ciudad, todavía no se atrevía a decir cuáles fueron las causas, antes de que concluyan las averiguaciones. Aunque sí explicó que el 99 por ciento de estos problemas son originados por la gente. “Se provoca de manera culposa o irresponsable”, acotó.
Cuatro helicópteros fueron necesarios para las tareas. Aunque pasadas las 09:00, el fuego nuevamente cobró fuerza. La variabilidad de los vientos serían uno de los factores, según Esteban Cárdenas, jefe del Cuerpo de Bomberos. “Priorizamos nuestra presencia en lugares donde hay viviendas”, explicó.
Ya en los puntos que se quemaban, Yunda dijo que hay una temperatura de alrededor de 40 grados centígrados. A eso se sumaba el temporal seco al que debían enfrentarse.
Fue así que los moradores de esa zona llegaron con botellas de agua para brindarlas a los uniformados. “Todos necesitamos recuperar las fuerzas, Son seres humanos y están cuidando de la naturaleza”, detalló Danilo Toapaxi, residente del sector.
Por el momento, no se registraban personas heridas. Tampoco hubo reportes de inmuebles afectados.
Así opina
Esperemos que podamos anunciar a Quito y al país que pudimos controlar este incendio”.
JORGE YUNDA
Alcalde de Quito