Viviendo con sus ídolos en Alicante
José Alberto y Ángel, dos hinchas azules radicados en Madrid desde hace más de 15 años, viajaron 465 km para ver de cerca a los jugadores de Emelec.
José Alberto Bazurto llega primero. Inspecciona la zona, comprueba que nadie le llama la atención por llegar hasta el vacío graderío del Estadio Olímpico Camilo Cano y se acomoda. Pasados unos minutos, toma el celular y avisa: “sí se puede ver”. Segundos después aparece Ángel Carriel, apoyado en sus muletas y subiendo las escaleras que conectan el parking con las gradas. Ángel saluda, se saca un suéter del club Rayo Vallecano de Madrid a pesar de la baja temperatura y presume de vestir una camiseta azul de Emelec. Difícilmente podría ocultar la emoción de presenciar a escasos metros una sesión de entrenamiento del club que ama. Sus ojos le delatan, siguiendo a cada jugador y comentando hasta los cortes de pelo de los futbolistas. “Mira a Carabalí, se parece a este jugador del Madrid… Mariano”. Y es que en La Nucía, José Alberto y Ángel están cumpliendo un sueño.
Estos dos amigos son miembros de la agrupación Bokeros de Madrid, formada en la capital de España por varios hinchas eléctricos. Aunque el plan del grupo era viajar mañana para ver el cotejo amistoso ante el ES Setif de Argelia, ellos dos no se aguantaron más las ganas de ver de cerca al cuadro azul.
En la mañana de ayer (06:00 horas de España) condujeron desde Madrid a La Nucía durante 465 km para llegar directos al entrenamiento a las 10:00. “Cualquier esfuerzo es poco, llevamos más de quince años sin ver de cerca al equipo”, cuenta Ángel, de 38 años y quien llegó a España en 2001.
Ahora pasarán cuatro días –se regresan el sábado a Madrid– pegados al equipo. Casi literalmente, ya que ambos reservaron habitaciones en el Albir Playa Hotel & Spa, el mismo alojamiento del plantel azul. “Así les podemos ver en el almuerzo, pedir fotos, firmar autógrafos…”, dice José Alberto, quien se dedica a la pastelería desde 16 años en España.
“Poder estar acá es una ilusión muy grande. Somos fanáticos y seguimos siempre los partidos del equipo con la agrupación en un bar que tenemos allá en Madrid”, insisten, casi queriendo convencer de su emelecismo. No es necesaria mucha explicación para creerles. Basta con ver la inscripción en la prótesis de Ángel: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”, junto a un escudo de Emelec. Él tuvo un accidente con un camión, le amputaron su pierna derecha y desde entonces no puede trabajar, aunque agradece “a Dios por seguir disfrutando de mi familia y de la vida”.
ILUSIONADOS CON EL PLANTEL
Si llegaron con ganas hasta Alicante, después de la jornada de ayer se enamoraron más del plantel. “El equipo vuela”, dice José Antonio. “Rescalvo es un gran técnico, este año puede ser muy bueno para el equipo porque se reforzaron muy bien”, inicia en su análisis. “Y ese Cevallos es un gran jugador, le tengo mucha fe. Y Vega, un jugadorazo”, continúa emocionado.
Los objetivos para esta nueva temporada prefieren no fijarlos por el momento. Ahora es tiempo de disfrutar de comer junto a sus ídolos, observar cada gesto en las sesiones de entrenamiento y, cómo no, animar al Bombillo para que mañana consiga la primera victoria de 2020. En definitiva, seguir viviendo su sueño eléctrico.
27 DE enero regresa Emelec al país.