“Me quité los complejos”
La beldad tiene unas marcas en sus piernas por un accidente, pero no han sido impedimento para conseguir títulos. Viajará a Bolivia a un certamen internacional.
Las pequeñas marcas que María José Rivera tiene en sus piernas ya no son un problema para ella. Desde que era pequeña las lleva consigo y fueron provocadas por las mordidas de un perro que la atacó hace algunos años.
“Me quité los complejos”, dijo la muchacha de 19 años, quien por mucho tiempo fue insegura. Comentó que le molestaba cuando tenía que mostrarlas y que solía darle vergüenza el participar en actividades públicas.
Le gustaba el baile, pero se privaba de meterse en los grupos de danza o de hacer cosas que deseaba solo por el miedo al qué dirán por esa parte de su cuerpo.
Sin embargo, llegó un momento en el que “me di cuenta que vivía encerrada en mis miedos y no podía seguir así”. Los comentarios de familiares y amigos que elogiaban su belleza le dieron -de cierta forma- alas para impulsarse e ir por lo que deseaba.
Pero fue ella misma la que reflexionó y “decidí afrontarlo y que no sea algo que afecte en mi vida”.
Tener una pequeña imperfección no le restaba belleza y cree que la industria de la moda ha cambiado, en donde si bien la parte física es importante prevalece más lo que se proyecta y el compromiso que puedan tener las chicas con sus planes sociales y de trabajo, dijo. En 2019 fue una de las candidatas a Miss Ecuador y consiguió estar como cuarta finalista, lo que la convirtió en la Miss Hispanoamericana de Ecuador y hoy viajará a Bolivia para participar en el concurso internacional.
La gala de elección se realizará el próximo el 8 de febrero en Santa Cruz de la Sierra, pero previo a eso cumplirá con una agenda de actividades, entre las que se encuentra desfilar en el llamado Bulevar Carnaval, que marca el inicio de la festividad en esa ciudad boliviana, dijo.
Comentó que llevará vestuarios en los que se mostrarán las diferentes regiones de Ecuador, trabajó con algunos diseñadores para crear los atuendos.
También un traje típico en el que plasmará todo lo que tiene la Amazonía ecuatoriana, ya que ella es de la provincia de Orellana y se siente orgullosa de haber salido de allí.