Cuenca, la ‘cuna’ de las manos mágicas
Los trabajos expuestos en el centro de la urbe y el Centro Municipal de Artesanías forman parte del patrimonio artesanal de esta ciudad.
La destreza, ingenio y habilidad de los artesanos cuencanos elevan a la capital azuaya a la categoría de urbe artesanal.
Es una mezcla de magia sacada de una infinidad de materiales que, en las manos de los artífices, se convierten en joyas con identidad propia.
Esos productos se exponen y se expenden en las plazas artesanales ubicada en General Torres entre Mariscal Sucre y Presidente Córdova y plazoleta Rotary, de las calles Vargas Machuca y Gaspar Sangurima. Pero, dice Carlos Montesdeoca, artesano de 67 años, que “el mismo casco histórico de Cuenca se embellece de arte”. Es que la gran mayoría de los locales artesanales de la ciudad están en la parte histórica.
Ahí, paso a paso se encuentran sombreros de paja toquilla, hojalatería, joyería, cerámica, tejidos y cuero. Son locales propios de los artífices, muchos de ellos reconocidos por el Centro Interamericano de Artesanías y Artes Populares (Cidap), creado en 1975 en apoyo al arte manual.
En recorridos por las calles Gran Colombia, Presidente Borrero, Calle Larga y Juan Montalvo; entre otras, se admiran artesanías únicas, muy apreciadas por turistas nacionales y extranjeros.
Para el artesano en hojalatería, Juan Gutiérrez, “Cuenca es la carta de presentación del arte manual”, en su mayoría herencia ancestral y familiar.
El Centro de Artesanal Municipal tiene 21 años de vida y es un espacio donde se hallan 85 locales, se ofrecen obras de joyería, tejidos, bordados, cerámica, cuero, madera, metal, paja toquilla, caucho, fibras naturales y más.
Mensualmente recibe la visita de entre cinco mil a seis mil; entre nacionales y extranjeros al mes, reseña el artesano Adolfo Idrovo.
Otros veinticuatro locales concentrados se hallan en la plazoleta Rotary. Es el centro de ventas más antiguo de la urbe. Enclavado en el casco colonial e histórico, y recientemente remodelado. “Es el centro donde se guardan celosamente los más grandes secretos de la artesanía local, heredados de nuestros antepasados”, expresó Rosa Vizcaíno, hacedora de canastos en carrizo y duda.
Junto a Rosa se hallan elaboradores de utilitarios en barro, cerámica, fibras vegetales, hierro y otras materias primas. Son trabajos a mano hechos con técnicas antiguas y ancestrales. Se hallan también tejidos en lana de borrego.
Los locales de ventas son revestidos de madera, por lo que desde ahí se embellece la plazoleta y se convierte más atractiva con las figuras de obras hechas con paciencia y amor.
Lo llamativo del centro de expendio artesanal es que la mayoría de artesanas son mujeres, muchas de ellas han incursionado en la elaboración de artesanías que antiguamente lo hacían solo los varones, como son los trabajos en hierro forjado. Es el caso de Zoila García, de 57 años, quien lo hace con la ayuda de sus dos hijos, expresó la mujer mientras mostraba candados, herramientas para la agricultura, chapas y llaves, junto a objetos de hojalatería hechos a golpe de martillo.
Se muestra también el arte en producción alfarera y de cerámica, hecha solo a mano. Los silbatos tradicionales hechos en barro con formas de gallos y pájaros y otros animales, aquellos con los que jugaban los niños de los años 20 hasta los 60 y han ido desapareciendo, se encuentran en la plazoleta Rotary.
Los recuerdos de las esteras y sopladores hechos en totora y los utilitarios en cabuya forman parte del arte ancestral expuesto en la Rotary y, que en conjunto con los trabajos expuestos en el centro de la urbe y el Centro Municipal de Artesanías, forman parte del patrimonio artesanal de Cuenca, dentro de una ruta artesanal interna de la capital azuaya.
RECUERDOS
Los turistas nacionales y extranjeros admiran la calidad de sus artesanías y terminan comprando algo como un recuerdo.