¡SE SUICIDÓ POR UN WHATSAPP!
✓ ¡Como la mujer se le fue decidió ahorcarse!
La causa de esta muerte parece tener un denominador común: un amor mal llevado. Las fuentes señalan que el hecho de que ella le descubriera en su celular un mensaje de una tercera persona, para más señas una mujer, armó el caos que determinó una separación y, luego, la dramática muerte.
Por ese mensaje instantáneo (WhatsApp) Ana María (nombre protegido) armó la maleta y se fue del cuarto que arrendaba con su conviviente Wilson Vargas. Estaba ofendida y se sentía víctima de una traición.
Todo parece indicar que Wilson (25 años) no soportó la separación de ella, su inesperada ausencia, y optó por largarse de este ‘valle de lágrimas’ suicidándose.
Al poco tiempo ella encontró a su pareja muerto. Estaba suspendido de un cable que amarró de su cuello. Para ella este jueves último fue un día de dolor. Apenas 72 horas de separados y él era hombre muerto.
¿QUÉ PASÓ?
Los agentes de la policía se entrevistaron con la conviviente para saber qué sucedió.
La mujer les explicó que, la noche del pasado lunes, Wilson la esperaba en el parque de la Páez, en Machala.
A ella se le hizo raro que la llamara con insistencia para ver si estaba llegando.
Según cuenta, cuando ella llegó él empezó a borrar mensajes de su teléfono inteligente. Algo que le pareció extraño, por no decir curioso.
Valiéndose de la rapidez, la mujer logró quitarle el teléfono al chico y se lo revisó.
Cuando lo tenía en su poder, casualmente le llegó un mensaje de un contacto con el nombre de una fémina.
Enseguida le reclamó, pero el occiso se justificó diciéndole que era una compañera de trabajo.
Según relata la mujer a los agentes de la policía, ellos llegaron a la casa, pero la fémina le habría dicho que “mejor lo dejaba solo para que él fuera feliz con la mujer que quiera”. De tal manera que así la chica se fue a casa de sus padres.
De acuerdo a un informe policial, el hombre la fue a buscar el día miércoles último al gimnasio, para pedirle que regrese al hogar. Ella le dijo que no y le pidió de favor “que le dé tiempo”.
Por mensajes, el hombre le pedía que lo perdonara, que volviera. El último mensaje se lo colocó a las 19:00 del pasado miércoles.
Ella, al ver que no le escribía, no se aguantó más y a la medianoche fue a ver lo que hacía su conviviente.
Miró por la ventana y le pareció que chateaba porque estaba sentado.
Regresó a la casa de sus padres, pero a las 3 horas volvió porque todo era raro para ella: la luz estaba prendida.
Al volver a observar por la ventana lo vio en la misma posición (sentado), por lo que decidió pedir ayuda.
Al entrar se llevaron la sorpresa de encontrarlo colgado con un cable que lo suspendía en el aire.
Al sitio del suceso llegaron miembros de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased), quienes verificaron que había un hombre en suspensión incompleta, guindado de un cable de color blanco sobre su cuello. El suicidio es considerado en el mundo como un problema de salud pública. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la tasa más elevada de suicidios se da en los países de ingresos altos, aunque en 2016 también golpeó a los de ingresos bajos y medianos. Además, es la segunda causa de muerte entre la juventud.
Los métodos de suicidio más utilizados son el ahorcamiento, la intoxicación voluntaria por plaguicidas y armas de fuego. Las tasas de suicidio también son elevadas entre los grupos vulnerables objeto de discriminación, como refugiados y migrantes; y las personas lesbianas, homosexuales, entre otros.
Según el Registro Estadístico de Nacidos Vivos y Defunciones, del INEC, en el año 2018, los suicidios fueron la segunda causa de muerte, después de los accidentes de tránsito, en adolescentes ecuatorianos con 268 defunciones (16,5%). Mientras en jóvenes de 20 y 30 años fueron el tercer motivo de muerte con 325 casos (9,4%) en el mismo período.
✓ DATO
Una de las principales causas de muerte en Ecuador es el suicidio.