¡Presenció violación!
Detalles del crimen de Fátima indignan al país azteca.
“Quería una novia joven”. Esta afirmación indignó a los mexicanos cuando salió por la boca de la presunta responsable. Este sería uno de los motivos por el que la pareja de esposos integrada por Gladis Cruz Hernández y Mario Reyes Nájera , asesinaron a la niñita de escasos 7 años, Fátima Cecilia Aldriguett Antón.
La pequeña desapareció el 11 de febrero cuando esperaba a ser recogida por su madre al salir de clases, en la alcaldía Xochimilco del sur de Ciudad de México.
Días después, el sábado 15, su cuerpo apareció con huellas de violación y tortura dentro de un costal envuelto con una bolsa de plástico, a menos de 5 kilómetros de su escuela.
La fiscal confirmó que, de acuerdo con la necropsia, la pequeña sufrió abuso sexual y golpes antes de morir.
Ante las autoridades, la mujer confesó el secuestro de Fátima. Las sorpresivas razones que dio ella a la Policía levantaron la indignación.
Cruz Hernández afirmó que raptó a la niña porque su esposo, Reyes Najera, le había pedido “una novia joven”, que le durara por mucho tiempo.
Según contó la mujer, su pareja había amenazado con abusar de ella y de sus dos hijas si no le cumplía ese deseo.
Gladis aseguró que, por temor, le llevó a Fátima, pues se acordó de que su familia no le prestaba mucha atención a la menor.
La sindicada contó que, una vez secuestrada, le entregó la niña a su esposo. Y que poco después ella, con sus propias manos, le quitó la vida. Para ello utilizó un cinturón que su marido le consiguió. Al darse cuenta de que las autoridades los buscaban, la pareja decidió escapar, no sin antes lanzar el cuerpo de la menor al terreno baldío donde fue encontrada.
La pareja vivía desde hace más de un año en un departamento donde retuvieron a Fátima y que fue revisado por las autoridades. Allí se encontró la ropa de la menor, sus zapatos, así como documentos relacionados con sus padres.
Gladis dijo que Mario le advirtió que no la dejaría entrar a su casa hasta que no le trajera una niña. Y entonces ella sustrajo a Fátima para llevársela a su marido. Incluso, ella habría estado presente cuando ocurrió el abuso sexual porque le tenía mucho miedo.
SE AUTOINCULPÓ
La mujer que secuestró a la pequeña confesó que la mató con una correa.