¡Salió ‘con las justas’ de China!
Una estudiante quiteña contó la travesía que vivió para llegar desde Asia hasta la capital ecuatoriana. Sigue un Phd en el país oriental y no la dejaron ingresar tras iniciar la emergencia de salud.
Ansí aquel a cura para combatir el coronavirus sea descubierta lo más pronto posible. Mientras tanto, Lisette Llerena, una estudiante quiteña, de 30 años, no puede retornar a Wuhan, en China, donde hasta diciembre pasado seguía un Phd.
Desde este lunes lo cursa en línea en su hogar, ubicado en la capital ecuatoriana. Pero antes de que pudiera llegar a su tierra, debió enfrentar toda una travesía por tres países (Malasia, Vietnam y Estados Unidos) hasta que el 19 de febrero aterrizó en Quito.
Los primeros días de enero habían iniciado las vacaciones de invierno cuando Llerena salió de Wuhan. Con sus compañeros tenía planeado recorrer los dos países asiáticos antes de que empezaran nuevamente las clases.
Sin embargo, al tratar de salir de Vietnam se enteró de que su vuelo a China estaba cancelado por la emergencia sanitaria que se decretó en ese país tras el origen y la propagación del virus, hoy conocido como covid-19.
Pero en ese momento, un boleto directo de aquel territorio hasta Ecuador no estaba en las opciones de Llerena. “Es muy costoso... Tenía que decidir qué iba a hacer. Mi primer plan fue ir a Estados Unidos, ahí tengo familia: mi hermano, mis tíos”, precisó.
Ya en Miami, a la estudiante se le realizó un control que tardó 40 minutos, después de este permaneció en territorio norteamericano por 15 días. “Se nos notificó que si todo salía bien y encontraban la cura podríamos regresar en un mes, pero no fue así”, agregó.
Con gran parte de los estudiantes extranjeros lejos del país infectado se creó una aplicación para iniciar el semestre en las plataformas digitales. Allí, Llerena debe mantener un registro diario de su estado de salud, además de cumplir con las clases, presentaciones y tareas de la carrera.
LOS COLEGAS
Pese a que en casa la joven se siente segura, no deja de preocuparse por sus compañeros que aún permanecen en Wuhan. Según la chica, se trata de alumnos chinos y africanos, en cuyos países aún no se ha establecido un plan de evacuación para sacarlos de la zona de contagio.
Del resto de estudiantes del Phd, Llerena asegura que están terminando sus períodos de cuarentena en sus países de origen en Latinoamérica y Europa.
Hoy, todo lo que la estudiante espera es que se controle la situación para retornar a la ciudad china, que se convertiría en su hogar por tres años, mientras concluye sus estudios. “Esa es mi residencia. Ahí tengo mi departamento, todas mis cosas”, detalló.
Durante los seis meses que deberá estar en Quito, tiene previsto buscar un trabajo para subsistir, el cual que deberá combinar con las clases en línea.
ATENCIÓN A ECUATORIANOS
La historia de Llerena se desarrolló en contexto a la salida de otros cinco ecuatorianos de Wuhan hacia Ucrania, cuyo gobierno facilitó un avión para realizar la extracción. Ayer se dio a conocer que tanto los compatriotas como las otras personas que llegaron a territorio europeo tendrán seguridad.
Los evacuados serán vigil a dos para e vi t a r nuevas agresiones en su contra. Su arribo movilizó a algunos ucranianos que no querían que ingresaran a su país para evitar un posible contagio.
Se prevé que 300 guardias nacionales velen por la seguridad de los 72 pasajeros que llegaron a la ciudad de Novye Sanzhari. En el centro médico de esa localidad fueron ingresados para su revisión.
Todos estarán acompañados por autoridades ucranianas como parte de la cuarentena. El objetivo de que los líderes políticos pasen con los evacuados es para tranquilizar los ánimos de los habitantes.
En Malasia
Cuando Llerena llegó a Malasia había mucha información en el aeropuerto sobre el virus, incluso se brindaba facilidades para acudir a centros hospitalarios sin costo.