Las ‘alfabetizan’ en el fútbol
Los clubes femeninos viven a la expectativa de poder debutar este año. En el caso de Aucas se ha aprovechado el confinamiento para enseñar a las jugadoras términos básicos del deporte.
El torneo de ascenso debía empezar en abril, pero por la emergencia por el coronavirus las 35 jugadoras de Aucas se quedaron sin participar.
El equipo femenino de Papá no fue parte de las dos suspensiones que hubo este año en el campeonato de primera porque, tras su descenso del año pasado, en la edición 2020 el club jugaría en la división amateur.
El entrenador Sammy Ariza, director técnico del equipo oriental en su rama femenina, comentó que sus jugadoras, de hecho, no reciben un salario porque en la categoría amateur los clubes no tienen obligación financiera con sus futbolistas, según dicta el reglamento.
“Al ser el fútbol femenino algo tan nuevo en Ecuador, las jugadoras no tienen formación en el deporte. No nacen en canteras ni han ido ascendiendo de categorías. Las jugadoras mujeres son mamás, amas de casa y tienen otros trabajos”.
Es por eso que, a decir de Ariza, el trabajo de Aucas en cuarentena ha sido de alfabetización del fútbol “porque las jugadoras no saben del deporte como tal, más que basadas en su experiencia empírica”, sentenció el estratega cafetero.
Cada jueves envía a sus chicas videos de partidos de fútbol femenino para que se familiaricen con diversos estilos de juego. El de este jueves será el cotejo de la final entre Estados Unidos y Japón, por la Copa del Mundo de 2015.
Las sesiones en línea, sin embargo, han trascendido del ámbito deportivo. Si bien las jugadoras orientales envían sus videos de entrenamiento y Ariza les manda deberes físicos a casa, el chat del grupo se ha convertido en un apoyo emocional y espiritual.
“Todos los días alguien pide que elevemos una oración. La mayoría son católicas, yo soy evangélico y cada uno practica su religión. Somos muy respetuosos con eso, incluso con las chicas que no se suman a las oraciones”, comentó.
EN PRIMERA
Clubes como Ñañas, Liga de Quito y El Nacional vivieron las dos paras que hubo este año antes del inicio de la Superliga. La primera fue por la pausa de los árbitros y la segunda por la presencia del coronavirus.
Según Jenny Herrera, entrenadora de la sección femenina del Rey de Copas, el equipo estaba “vestido de luces” a la expectativa del inicio del campeonato cuando todo evento fue suspendido por la crisis.
“Lo que ocurrió no fue culpa de nadie, así que no podemos pensar que se minimiza al fútbol femenino. De hecho, creo que fue muy prudente haber parado los entrenamientos y el torneo, porque se priorizó la salud de todos”, indicó.
Una opinión distinta tuvo Wendy Villón, entrenadora de El Nacional. Ella cree que por “falta de seriedad en el fútbol femenino” no se tomaron las decisiones apropiadas para llevar a cabo la Superliga.
Aunque está consciente de que la pandemia es algo que se salió de las manos, la primera pausa del torneo sí fue una “irresponsabilidad” que llevó a que, finalmente, las chicas no debuten hasta ahora.
Fernanda Vásconez, presidenta y jugadora de Ñañas, indicó que el club ha estado muy pendiente de las decisiones que se toman en la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) en cuanto esto pueda afectar al campeonato femenino (tras la renuncia de este torneo de clubes como Barcelona).
El entrenamiento de Ñañas se divide en cuatro secciones y el entrenador, Francisco Ramírez, se mantiene pendiente de lo que hacen sus chicas en casa.
DATO
Liga de Quito espera “con traje de luces” la reanudación del torneo, según la DT Jenny Herrera.