¡A trapear el baño!
En Indonesia, infractores deben llevar un chaleco que los delate mientras hacen la limpieza.
Los indonesios que infrinjan las reglas de distanciamiento social para frenar la epidemia de coronavirus en Yakarta pueden ser condenados a limpiar los baños públicos para expiar sus pecados.
La limpieza de los indoros forma parte de una lista de sanciones que pretenden disuadir a los infractores de ignorar las prohibiciones en la megalópolis del sureste asiático.
Salir a la calle sin mascarilla está castigado con una multa de 250.000 rupias (16 dólares) y los habitantes que se congreguen en grupos podrían tener que limpiar los baños públicos -y los wc- con la obligación de llevar un chaleco que los delata.
Las empresas que ignoren las órdenes de cerrar sus puertas o violen las reglas sanitarias públicas podrían incurrir en multas de hasta 50 millones de rupias (más de 3.200 dólares), según la nueva normativa anunciada esta semana.
Yakarta, con unos 30 millones de habitantes, ha instaurado un confinamiento parcial en abril, en el momento en que los contagios se disparaban y que los observadores alertaban sobre un desastre anunciado.
Según el último balance oficial de la pandemia en Indonesia el número de muertos se habría elevado a unos 1.007 y los casos confirmados de COVID19 llegarían a 14.479. Pero los observadores consideran que el número de casos real es muy superior a las estadísticas oficiales en este país de más de 260 millones de habitantes.
HASTA FANTASMAS
Las autoridades de Indonesia se han servido de múltiples métodos para hacer cumplir con las normas de higiene y confinamiento. Desde vigilancia constante, pasando por intervención militar, hasta infundir miedo en sus habitantes a través de ‘fantasmas’.
En la localidad de Kepuh, los hombres se disfrazan de espectros para corretear a la gente hacia sus casas, ya que son supersticiosos.
MULTA
Quienes salgan a la calle sin mascarilla deberán pagar 250 mil rupias (16 dólares) de multa.