TRAGEDIA trastocó sus planes

AUNQUE EL MANABITA Tomás Eduardo Rodríguez Villegas tenía más de cuatro décadas viviendo en Guayaquil, no había año que no planeara pasar Semana Santa en su tierra natal, pero en muchas ocasiones sus compromisos laborales se lo impidieron.

Y en este 2020 no fue la excepción, por eso tres meses antes planeó celebrar esta conmemoración cristiana junto con sus familiares, en la parroquia Julcuy, del cantón Jipijapa, pero la muerte le ganó a sus deseos y la semana del 28 al 3 de abril no hubo viajes, ni paseos, porque se convirtió en la última de su existencia.

Tomás, de 56 años, laboraba como plomero y falleció el sábado 3 de abril, fecha en que los fieles recuerdan el día que pasó entre la muerte y la resurrección de Jesús. Diez días antes de su deceso comenzó a sentir los primeros síntomas del virus.

“Mi hermano tenía fiebre, escalofríos, se le aflojó el estómago y presentó tos. Al principio no sospechamos que tenía coronavirus, sino una infección o dengue, ya que nadie en la casa tenía la enfermedad”, recuerda Fernando Chilán, su hermano por parte de madre.

Tomás no fue al médico por temor a contagiarse de COVID-19 en algún hospital. Sin embargo, pese a los medicamentos que ingirió, su salud no mejoró, más bien se agravó cuando comenzó a sentir dificultades para respirar.

Su muerte se produjo en la sala de su domicilio en las calles 18, entre la J y la I, en el suroeste del Puerto Principal. Sus seres queridos metieron el cuerpo en funda plástica y lo colocaron en un ataúd para mitigar el hedor por la descomposición de los restos. A los cuatro días, el carro de Medicinal Legal retiró el cuerpo.

“Esa fue la última vez que lo vimos. El 23 de abril recibimos un correo en el que nos indicaban que fue cremado y sepultado en el cementerio de Pascuales, pero por la emergencia sanitaria no hemos podido visitar su tumba. Finalmente su viaje fue hacia la eternidad”, lamenta Fernando.

El ataúd donde estuvo el cuerpo de Tomás fue utilizado para otro familiar, quien habría fallecido por la misma enfermedad.

TOMÁS RODRÍGUEZ anhelaba pasar Semana Santa en Manabí, pero a esa fecha enfermó y murió.