¡Pagaron mal el favor!
Les dieron posada y alimentación. Al otro día, supuestamente, los desconocidos raptaron y violaron a las dos hijas de los samaritanos esposos.
El buen corazón de un padre de familia desencadenó el secuestro de dos de sus hijas adolescentes, por parte de un par de sujetos a los que les proporcionó alimentación y un lugar donde pasar la noche.
Las menores, de 13 y 14 años, fueron sacadas de su vivienda, el pasado 11 de mayo, en el sector de San Carlos, provincia de Los Ríos, por los dos individuos, quienes aprovecharon que los progenitores de las víctimas habían salido de la casa para hacer diligencias. Al regresar ya no las encontraron.
Los esposos se enteraron de lo ocurrido cuando uno de los sujetos llamó para comunicarles que tenían a las adolescentes. También los amenazó para que no denuncien a la Policía porque si no tomarían represalias
En las llamadas que les hacían para intimidarlos les decían que no las iban a devolver o de manera burlona les preguntaban cuánto querían por sus hijas.
Según una fuente de la Unidad Antisecuestro (Unase), las chicas estuvieron en cautiverio once días. Durante ese tiempo fueron, supuestamente, violadas.
Tras la incesante búsqueda, los agentes llegaron al recinto Pambilar de Calope, en Quinsaloma, donde finalmente fueron ubicadas en la vivienda del pariente de uno de los secuestradores. Ninguno se opuso al arresto.
A los detenidos, de 24 y 36 años, se les dictó la noche del jueves prisión preventiva. Uno de ellos tiene antecedentes por tenencia ilegal de armas y estupefacientes.