El ‘hijo del presidente’, en la calle
Jorge perdió sus cosas y parte de su casa en un incendio. Sus vecinos no saben cómo contactar a algún familiar. Piden que los ayuden para conseguirle un hogar temporal.
Mira su casa quemada. Se para frente a ella mientras esta emana solo humo. Adentro hay un cúmulo de plásticos, ropa, cartones... todos achicharrados.
El fuego destruyó todo lo que Jorge Robles reciclaba en la vivienda, ubicada en Carapungo, norte de Quito. Incluso parte del techo se cayó. Ahora, el lugar es inhabitable. Sucedió a las 10:03 del miércoles.
Jorge solo tiene lo que lleva puesto: una vieja chompa de cuero roja, un pantalón azul y su zapato izquierdo.
Los vecinos dicen que el habitante tiene familiares. Pero no saben cómo contactarlos para contarles de la desgracia.
Su situación se complica más porque Jorge, al parecer, tiene Alzheimer. “Mi padre fue presidente de la República”, asegura. Se arrima al poste y cuenta que su ‘viejo’ era buena gente. De su madre no conversa nada.
Luego divaga. Hay momentos que su lengua se ‘enreda’. Apenas hila frases para recordar que trabajaba emplasticando documentos y que su cédula se la llevó una mujer, supuestamente para entregarle un bono. Nadie sabe si todo lo que dice es verdad.
La única certeza que tienen los vecinos es que a Jorge le gusta ‘chupar’. Que hace años algo parecido ocurrió, pero las llamas no fueron tan severas como ahora.
POSIBLEMENTE FUE UNA VELA
Jorge dice que prendió una vela porque no tiene luz. “Por aquí tengo los fósforos”, indica, tocándose un bolsillo de su pantalón. No los muestra.
Luego, el fuego comenzó. El humo que salía del techo alertó a los habitantes. “Un vecino rompió la puerta para sacarle al señor”, recuerda Michelle Echeverría.
Jorge se asustó y gritaba que lo ayudaran. Sonó la sirena y salieron todos los vecinos. Unos llegaron con extintores. Otros lanzaron agua y arena. Todo era inútil. Se contactaron con los bomberos y sofocaron las llamaradas.
“Las unidades de socorro informaron que se controló y realizó la remoción de escombros y el lugar quedó en condiciones seguras”, según el ECU-911.
Pero Jorge ni siquiera puede entrar a escarbar para salvar algo. Menos aún, dormir adentro, por lo que su situación es más vulnerable. Ni siquiera le gusta usar mascarilla.
“En esta pandemia, el señor ni siquiera debería salir”, analiza Ricardo Aguirre, presidente del sector B4, segunda etapa de Carapungo. El dirigente y las demás personas buscan un hogar temporal para llevarlo. También ruegan que algún familiar pueda reconocerlo y que lo cuide.
Una solución momentánea sería, dicen, limpiar el lugar. Hacer un refuerzo en el techo para que el hombre viva un tiempo allí.
El material inflamable que recicla hizo que el fuego creciera mucho más”.
RICARDO AGUIRRE
morador
Queremos hacer una minga para sacar lo quemado y que sea habitable”.
MICHELLE ECHEVERRÍA
habitante