¡Conchas Spondylus, en bisuterías de lujo!
Con los productos marinos, hábiles manos confeccionan hermosas prendas, adornos y otros objetos.
En una casa de cemento con cubierta de caña, siguiendo la tradición de las antiguas viviendas de la cultura Manteño-Huancavilca, las mujeres del Centro Artesanal Comunitario ‘Elisa Albán’ retomaron sus actividades artesanales.
En la localidad Agua Blanca, ubicada en medio de una reserva natural protegida, en el cantón Puerto López de la provincia de Manabí, Alicia Asunción y otras quince féminas que integran la organización, presidida por Yolanda Ventura, volvieron a dedicarle más tiempo a la labor artesanal.
Marjorie González, una de las artesanas de esta comuna asentada en medio del Parque Nacional Machalilla, dice que antes de la pandemia vendían las manualidades junto al museo de la localidad, pero ahora no pueden hacerlo por la falta de visitantes.
Los comuneros esperan que en el sitio vuelva a desarrollarse el turismo para recuperarse económicamente junto a sus familias. “Durante este tiempo de emergencia sanitaria, hemos pasado momentos difíciles y tuvimos que retomar la actividad agrícola y la crianza de pollos y chanchos para poder sostenernos económicamente ante la falta de visitantes”, contó Alicia Asunción.
Por ello, han vuelto a tomar sus herramientas y elementos para elaborar diversos artículos para ofrecerlos con la paulatina reanudación de las actividades.
DOS DÉCADAS
En la comuna se vincularon a la actividad artesanal hace 17 años, cuando unos turistas llegaron al pueblo y dictaron talleres sobre los oficios que se realizaban en otros lugares de la costa del país, en especial las artesanías con productos marinos. Desde entonces empezaron a confeccionar manualidades como negocio.
No cuentan con máquinas para su labor, sin embargo a través de un proyecto consiguieron herramientas como esmeriles y cortadoras artesanales.
Para poder elaborar sus trabajos, se organizan enviando a una de las emprendedoras a Guayaquil para adquirir los materiales complementarios necesarios para realizar los acabados de la bisutería, como por ejemplo alambres de plata y cordones para los collares.
Una vez al mes hacen el viaje para proveerse de insumos para efectuar el trabajo artesanal.
Así opina
“Los ancestros consideraban a la concha spondylus un manjar de los dioses y además era usada como moneda para comercializar sus productos”.
PAÚL MARTÍNEZ, comunero EXHIBICIÓN Antes de la emergencia
sanitaria mostraban sus manualidades en pequeñas ferias, al pie del museo de la localidad.