LA LESIÓN LO FRENÓ EN UNA ÉPOCA CLAVE
No es muy común ver un zaguero central que con 19 años tenga un lugar en Primera división y en el equipo principal. Pero así fue como la vida recompensó a Víctor Montoya, quien muy temprano se rodeó con defensores de élite como Samuel Vanegas, Iván Hurtado, Segundo Matamba, Carlos Castro y otros. Pero ¿qué sucedió para que su imagen se desvaneciera?
“Me hubiera gustado jugar un poco más de tiempo. Cuando tomé la titularidad y me sentía afianzado en Barcelona, justo me lesioné y me mantuve siete meses en recuperación, casi un año paralizado y esa ventaja es muy grande en Barcelona. Uno joven puede jugar si se mantiene, pero estar tanto tiempo sentado mermaron las posibilidades que tenía de ese despunte y me llevaron a tomar la decisión de ir a otros clubes”, relata.
Tras su inicio en Barcelona, pasó por Azogues, Manta, Emelec, Ferroviarios y terminó en 2015 en Guayaquil Sport. Pero su vínculo con el fútbol está más latente que nunca y formar jugadores es su nueva pasión.
“Empecé en este proyecto con mi papá que me acompaña. Con dos escuelitas de fútbol formamos niños de 5 hasta los 15 años más o menos, les enseñamos la parte técnica para que a cierta edad ellos estén preparados para el fútbol profesional de Segunda Categoría”, cuenta.
Aunque es barcelonista, reconoce que jugar en Emelec le trajo grandes momentos y fue allí donde logró ser subcampeón nacional. Montoya, además, fue parte de un microciclo de la Tri con Luis Fernando Suárez a la cabeza.