Un bocado con un toque de antaño
El maíz es el ingrediente principal de esta delicia que se prepara en una zona rural de Manabí. El producto pasa por un riguroso procedimiento.
En las entrañas del cantón Sucre, en la comuna La Laguna, provincia de Manabí, se esconde una deliciosa, ancestral, pero sobre todo tentadora atracción. En la parte más alta de la parroquia Charapotó, a unos 440 metros sobre el nivel del mar, donde el frío clima se calma con una taza de café caliente, se prepara un bocado tradicional manabita que encanta.
Las manos de Bárbara Cevallos, de 68 años, cocinan unas deliciosas e inigualables tortillas de maíz. Ella es popular en la zona gracias a ese bocado.
Antes de la pandemia comercializaba sus productos en la parroquia Charapotó, pero por ahora permanecerá en su tierra. El sabor y el amor con el que las prepara, hacen que las ventas sean ‘caída y limpia’.
Pese a la ubicación remota del sector donde reside, los fieles comensales acuden a esta zona maicera para degustar las tortillas de doña
Bárbara.
“Cuando se hace con cariño, no olvidando los secretos que nos enseñaron nuestros antepasados para la preparación, las cosas salen exquisitas”, comenta doña Bárbara.
Uno de los visitantes es Raúl Salgado, un apasionado por el rescate de tradiciones y cultura ancestral. Saborea y a su vez promueve la preparación y existencia de esta exquisitez.
“He tenido como pensamiento que conservar la cultura de nuestras co
munidades es un verdadero reto”, dice Salgado, quien acompaña la tortilla con una caballa, un pez de los ríos de la zona y que por lo general se consume asado.
Mónica Lucas (54) cocina con doña Bárbara. Ambas ponen de manifiesto sus habilidades culinarias ancestrales. El fiel aliado para esta cátedra gastronómica es un horno de leña o fogón.
En esa cocina de antaño también se preparan bollos, tongas, seco y caldo de gallina criolla, pan seco, humitas, panes de almidón y hayacas.
“No hay comparación, cocinar en leña es totalmente diferente. Le da un toque especial a cualquier alimento. El sabor es único e irresistible”, menciona Mónica mientras coloca las tortillas sobre el caliente fogón.
Abelino Castro, otro seguidor de las tortillas de doña Bárbara, opina que el toque extra es el pescado fresco.
Kenia Muñoz, otra conocedora del arte culinario ancestral, destacó cómo diversos alimentos mantienen su preparación en la campiña manabita.
“Es gratificante que se mantengan las costumbres de nuestros abuelos. Nunca deberían morir, tenemos un reto enorme de fortalecer estas acciones que nos identifican como manabitas”, enfatiza la también docente e historiadora.
Barbara y Mónica están conscientes de que la tradición no debe desaparecer. Por eso enseñan a Litzy, la más pequeña de la casa, a preparar las tortillas. La niña amasa y rellena de queso las tortillas. Es así como creen que esta herencia antigua y culinaria se va a mantener.
IMPORTANCIA
La Laguna tiene una producción de cerca de 18.000 hectáreas de maíz con una media de 200 quintales por hectárea, es decir unos 3’600.000 quintales.