Una sentencia que calma un poco el dolor
El 24 de septiembre de 2017 falleció Juan Carlos Simbaña, en el sector de González Suárez, en Otavalo. Su hermana Paola cuenta que el bus iba a exceso de velocidad, tuvo una falla mecánica en los frenos, la persona que conducía no era un chofer profesional, sino que se intercambiaron con el controlador.
“El bus dio volteretas y mi hermano salió expulsado por una de las ventanas. El golpe fue mortal en el cráneo y fue lo que causó la muerte”. Las dos personas encargadas del bus huyeron.
A uno le lograron capturar al cabo de un mes, al otro lo detuvieron luego de un año y ocho meses. Pero luego de tres años se dictó sentencia y no se han cobrado indemnizaciones.
Simbaña lamenta que el accidente cortó los sueños de su ñaño, quien estudiaba en la Universidad de Yachay. Seguía Ingeniería Química y cada viernes regresaba a Quito para visitar a su familia. Los domingos, los parientes lo llevaban hasta la terminal de Carcelén, norte capitalino.