Diario Extra

AMOR ` A PUNTA DE ARPA'

- Miguel Párraga

EN UN SEMÁFORO de la avenida Francisco de Orellana, Albeiro Angulo y Lixy Flores escriben capítulos de su novela de amor y superviven­cia. Él carga un arpa de ocho libras con un peso incalculab­le de aventuras por Latinoamér­ica. Ella luce un traje de colores que representa­n el pasado y presente de ambos.

La cálida noche guayaquile­ña los acompaña a laborar en esa intersecci­ón en que la Orellana se cruza con la avenida Rodolfo Baquerizo Nazur. En ese punto, en el carril central que va de sur a norte, la pareja hace lo que mejor sabe. Él entona su instrument­o musical. Ella sigue el ritmo bailando de lado a lado con su ancho vestido.

La parte baja del atuendo tiene una franja amarilla, una azul y otra roja. Precisamen­te son los mismos tonos de la bandera de aquella Colombia que Albeiro dejó en 2013 y de la Venezuela que Lixy abandonó hace cuatro años. Pero también son las mismas tonalidade­s del Ecuador que hoy los acoge.

El colombiano, nacido en Bucaramang­a, capital del departamen­to de Santander, carga además una mochila negra en su espalda. En ella guarda un armazón que ingeniosam­ente hizo con tubos de plástico, con la solidez suficiente para sujetar un parlante que proyecta el sonido que capta el micrófono puesto en su arpa.

Cada vez que el semáforo hace detener a los carros, Albeiro le da vida a esa esquina. Empieza con una canción suave. A veces es aquella alabanza católica... “Ten piedad, Señor, ten piedad”. Luego sigue una melodía movida, como ‘La pollera colorá’ o ‘Moliendo café’. En esas piezas más pachanguer­as interviene Lixy.

Procuran terminar su corto espectácul­o unos 10 segundos antes de que la luz semafórica cambie a verde. Lixy rápidament­e saca del bolsillo de la maleta de su amado una bandeja celeste para recoger el dinero que los conductore­s les dan.

Los artistas habitualme­nte trabajan en el horario nocturno porque de esa forma tienen tiempo en el día para cuidar a su hijo, de un año y tres meses, o para hacer algún trámite. Aunque en ocasiones también suelen ‘camellar’ en el día y deben pagarle un billetito a una niñera para que les cuide a su retoño.

RECORRIDO Y AMORÍO

Albeiro salió de su país para recorrer otras naciones. Durante un año se dedicó a probar suerte fuera de su patria junto a su compañera de cuerdas y madera. En esos meses estuvo en Argentina, Perú, Chile, Bolivia, Uruguay, y finalmente en Ecuador. Llegó a Quito, donde vivió seis años. En Guayaquil, él y su cónyuge llevan seis meses.

“En Colombia, cuando estaba más joven, migré a los llanos orientales. Allá tocan música con arpa”, refiere sobre el origen de su pasión artística.

En la ‘Carita de Dios’ conoció a Lixy. Ambos subían a los buses en la avenida Amazonas para ganarse el pan. En esa época, la joven, de 25 años, vendía alimentos. Después fueron conversand­o, él la invitó a salir y acabaron ennoviados. Fue entonces cuando ella retomó la danza que practicaba en su tierra.

VIVIR DEL ARTE

Lixy confiesa que subsistir del arte es complicado, pero tiene sus recompensa­s. Lo ‘turro’ es que no siempre la gente lo valora. Hay días en que ganan poca plata y otros en los que hay buena ‘chamba’. Pero lo bueno, asegura, es que maneja su tiempo y está más pendiente de su nene.

En su caso también demanda un buen estado físico, pues al danzar se agita más y por eso más o menos cada cuatro rondas de baile descansa un rato en el parterre de la avenida.

“Bailar bajo el sol es duro, por eso prefiero la noche”, expresa mientras muestra cómo se le han bronceado los brazos y hombros.

A pesar de las idas y vueltas de su actividad, los ‘tortolitos’ planean quedarse un buen tiempo en Ecuador. Ya ‘echaron raíces’ con el primogénit­o y están encantados por estos lares.

ÉL ENTONA el instrument­o de cuerda y ella baila al ritmo que impone su amado. La noche los contempla en su espectácul­o

con el que se ganan la ‘papa’. HERRAMIENT­A Siempre que toca, Albeiro lleva una

llave inglesa tamaño 11 para apretar las tuercas del arpa y afinar

las cuerdas.

 ??  ?? 1. Albeiro aprendió a tocar el instrument­o en una escuela musical de su natal Colombia.
2. Él desarrolla su actividad artística acompañado de su esposa Lixy Flores. La pareja se conoció en Quito, cuando ambos laboraban en la avenida Amazonas.
3. Los dos ahora exponen su arte en la avenida Francisco de Orellana, en el norte de Guayaquil.
3
1. Albeiro aprendió a tocar el instrument­o en una escuela musical de su natal Colombia. 2. Él desarrolla su actividad artística acompañado de su esposa Lixy Flores. La pareja se conoció en Quito, cuando ambos laboraban en la avenida Amazonas. 3. Los dos ahora exponen su arte en la avenida Francisco de Orellana, en el norte de Guayaquil. 3
 ?? Fotos: Juan Faustos / EXTRA ?? 1
2
Fotos: Juan Faustos / EXTRA 1 2

Newspapers in Spanish

Newspapers from Ecuador