¡Una espera que desespera!
Policía mantiene custodia por la aglomeración y en la Fiscalía se informó que la investigación se maneja desde Quito.
Se han organizado en filas para que no exista desorden y en esa forma se mantienen sin ‘quitar el ojo’ a la residencia de Miguel Ángel Nazareno, representante de Big Money, en la ciudad de Quevedo, provincia Los Ríos.
Son alrededor de 1.500 personas que permanecen a la intemperie, en la parroquia Venus del Río Quevedo, en espera para que les devuelvan el dinero invertido en la supuesta plataforma financiera que dejó de operar tras la intervención fiscal y policial a finales de junio.
Uno de los concurrentes que solo se identificó como Miguel precisó que lleva dos días sin poder dormir porque se mantiene en el lugar vigilante. Llegó desde el cantón Quinsaloma y como no tiene familiares en esa ciudad, personalmente ha estado pendiente de su pago, sin embargo, no encuentra respuesta alguna.
En algunas personas empieza a hacerse evidente la desesperación.
Un equipo de EXTRA que estuvo en el sitio evidenció cómo decenas de personas se han aglomerado en alrededor de dos cuadras de esta parroquia.
En el vecindario, en cambio, empiezan a preocuparse porque ya no tienen la acostumbrada tranquilidad. Temen que en cualquier momento se forme un zafarrancho.
En la casa de Nazareno existe una cadena que detendría a los vehículos para que entren, no así a las personas que permanecen apostadas en el exterior de la vivienda.
Fuera de la casa permanecen unos supuestos guardias que buscan calmar los ánimos de quienes llegan y les dicen que “ya les realizarán sus pagos”.
La tarde del lunes un hombre usando un chaleco y a través de un megáfono les dijo a los concurrentes que están pagando progresivamente.
Ese día, supuestamente, iban a cancelar a las personas que han depositado de 500 dólares en adelante; para ayer lo harían a quienes ‘invirtieron’ cantidades mayores.
Eso aumentó la tensión.
LAS CLAVES
1. Público. En junio, decenas de personas concurrieron para hacer depósitos.
2. Fiscalía. La madrugada del 30 de junio, agentes policiales allanaron tres inmuebles.