“¿Quién me devolverá A MI PALMITO?”
Los abuelos maternos estaban devastados al ver a su ‘angelito’ en un ataúd. Ayer se realizó el sepelio. Su madre adolescente sigue aislada.
Hace cuatro meses ‘Felipe’ (nombre protegido) no pudo despedirse de su nieto cuando su hija se lo llevó a vivir a Guayaquil, por eso ayer pasó todo el tiempo junto al féretro donde estaban depositados sus restos. El menor de edad falleció por los golpes propinados, presuntamente, por su madre y padrastro.
El cuerpo del niño de un año once meses fue llevado la tarde del jueves a la parroquia Caracol, del cantón Babahoyo, Los Ríos, donde lo velaron y posteriormente sepultaron.
Ayer, Felipe no pudo contener el llanto al recordar lo que vivió con su nieto, quien en un mes cumpliría su segundo año de vida.
El hombre, de 68 años, mencionó que de cariño le decía Palmito porque desde su nacimiento todos le vieron un gran parecido a él. “Como soy Palma yo decía que él era mi Palmito. Ahora quién me lo devolverá”, reaccionó el dolido abuelo.
Lo ocurrido al pequeño sorprendió a vecinos donde habitaba la joven madre de 16 años, quien hace cuatro meses decidió irse con su hijo al Puerto Principal, donde entabló una nueva relación sentimental y vivía en casa de su suegra.
PADRE DENUNCIARÁ
Las hermanas de la adolescente aseguraron que ella casi no se comunicaba con sus padres y esporádicamente les enviaba fotos del niño. “Fue la suegra que llamó a decirles que el bebé había muerto”, refirió una pariente.
El papá del niño, quien habita en la parroquia San Juan de Puebloviejo, también llegó para despedirse de su pequeño Y confirmó que pondrá una denuncia en contra de la pareja de su ex, quien habría maltratado a su primogénito y ocasionado su muerte.
Los deudos de la joven aseguran que ella no era violenta con el niño, al contrario, no permitía que nadie le hiciera daño. Tras conversar con la adolescente se enteraron que también habría sido golpeada por su conviviente.
Al sospechoso nunca lo conocieron y ahora los abuelos solo esperan que se haga justicia por la muerte del nieto.