Entregó ‘papaya’ a LOS SICARIOS
Intentó esconderse, pero la ‘huesuda’ lo halló. El occiso tenía antecedentes y fue parte de la banda Los Pericos.
“Un monstruo, pero con sentimientos”. Así se describía Williams Cali Murillo (28 años), quien la tarde del martes fue acribillado en el segundo callejón, entre las calles Mejía y Barreiro, cantón Babahoyo (Los Ríos).
El difunto, alias Papayita, fue la víctima mortal de un ataque armado con fusil y pistola en el que también resultaron heridas cinco personas (cuatro de ellas están estables). El quinto fue ingresado al quirófano con una herida en el pecho y su pronóstico es reservado.
Los afectados fueron llevados a las ambulancias, mientras que el cuerpo de Papayita quedó al ingreso del domicilio donde intentó ‘tapiñarse’ de los sicarios. Según allegados a la víctima, Cali tenía dos días de haber llegado a Babahoyo. Al parecer, le dieron cacería mientras estaba con un grupo de personas en el callejón donde vivía.
Testigos revelaron que los asesinos llegaron en un auto por la calle Barreiro y se aproximaron alas víctimas. Una ráfaga de disparos alertó al vecindario.
Un conocido del occiso, quien prefirió el anonimato, lo describió como un hombre sistemático en todo lo que hacía.
“Sabía lo que iba a ocurrir, por eso nunca quiso formar familia ni tener hijos. Hubo cosas que le tocó hacer, aunque no quería. Por eso siempre decía que era un monstruo con buenos sentimientos”, expresó su amigo.
Sin embargo, para la Policía Judicial, alias Papayita era quien lideraba en los callejones y era investigado por delincuencia organizada.
Adicionalmente, se supo que pertenecía a la banda denominada Los Pericos, que se disolvió tras el asesinato de la mayoría de sus integrantes. Cali registra antecedentes por asociación ilícita y robo.
Además, tenía procesos abiertos por ingreso de artículos prohibidos a la cárcel, robo y asociación ilícita. Extraoficialmente se conoció que estaba por viajar a la ‘Yoni’.
PILAS CON ESTO
▮ El cuerpo tenía impactos de bala en la cabeza y extremidades. La Policía considera que el crimen tendría relación con un presunto ajuste de cuentas entre Lobos y Choneros.