¡Fiscales PANIQUEADOS!
Asesinato de la agente Luz Marina Delgado, en Manta, ha generado preocupación. A ella la habrían estado siguiendo desde hace un mes.
En una sala privada de la funeraria Santa Marianita, en el centro de Manta, Manabí, velaron ayer el cuerpo de la fiscal Luz Marina Delgado, asesinada la mañana del miércoles, a pocas cuadras de su casa.
Unas seis coronas de rosas rojas y blancas rodeaban su féretro. Familiares lloraban inconsolables y una anciana, al recibir el pésame de unos conocidos de la abogada, se lamentó: “Ay, mi hijita, la única que tenía, se me fue, ella nunca me dejó sola”.
Mientras, en la Fiscalía de Manta, dependencia donde laboró Delgado por más de 10 años, todo era silencio y tristeza. Un lazo negro había sido colocado sobre la principal puerta de ingreso.
Entre sus amigos y colegas era notorio el dolor y la preocupación tras el violento hecho que apagó la vida de Delgado y su asistente, Jefferson Mendoza Santana, un pasante de Jurisprudencia.
El fiscal Paco Delgado dijo que conocía a Luz Marina hace más de 25 años y que su muerte representa un impacto a la Fiscalía de Manta y genera un dolor profundo.
El funcionario recordó que su colega ingresó como pasante, luego fue secretaria y, posteriormente, participó en un concurso y obtuvo el cargo. Antes de ser fiscal de tránsito, Luz Marina laboró en una unidad de delitos sexuales.
“Son unidades donde no existen casos de mayor peligrosidad o connotación. Las investigaciones determinarán lo sucedido”, precisó.
Delgado resaltó que algunos fiscales no cuentan con resguardo y que esto suele ser a pedido de cada funcionario, sobre todo si existe alguna intimidación o amenaza. “Nos reuniremos con nuestros superiores para ver, tras este hecho, qué medidas se pueden tomar y resolver ciertas cosas”, apuntó.
El funcionario no confirmó ni descartó que los dos gallos muertos que dejaron a la entrada de la Fiscalía a finales de enero pasado tengan relación con este hecho.
MAYOR RESGUARDO
El presidente del Consejo de la Judicatura de Manabí, Fausto Iván Andrade, dijo durante una entrevista televisiva que se solicitará a la Policía mayor resguardo para los fiscales y jueces.
Ese mismo petitorio lo realizó Adolfo Castro Gutiérrez, presidente del Colegio de Abogados de Manabí, quien además se mostró preocupado por la inseguridad que golpea a la provincia y al país.
LE SEGUÍAN LOS PASOS
Las investigaciones policiales asumen que, al menos desde hace un mes, le habían seguido los pasos a la funcionaria.
Freddy Sarzosa, director de la Unidad Nacional de Muertes Violentas (Dinased), dijo que los sicarios habrían establecido un período de vigilancia o seguimiento y de esa manera conocieron los horarios de entrada y salida de su domicilio y de la institución donde laboraba la fiscal.
Además, trascendió que un vehículo que reuniría las características del usado en el violento suceso fue hallado en el garaje de una vivienda que habían alquilado hace un mes.
Dicho lugar, según explicó el oficial, está ubicado a menos de 3 kilómetros de la casa donde vivía la fiscal Delgado, por lo cual le habrían hecho una observación cercana.
“Una vez que la fiscal salió de su domicilio, un automóvil blanco le hizo seguimiento, luego se dio la interceptación, dos de los sospechosos se bajaron para disparar a las dos personas”, detalló Sarzosa.
Posteriormente, al dejar el carro en el garaje, los posibles atacantes agarraron un taxi y se dirigieron a otra vivienda en la ciudadela Las Acacias, de Manta. Allí se habrían cambiado de vestimenta.
“Aquí en este último inmueble se levantaron indicios asociativos que podrían determinar la identidad de uno de los sospechosos que participaron en el hecho”, expresó el director de la Dinased y finalizó que ya están tras las pistas de los atacantes, quienes serían extranjeros.
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PERSONAS fueron las que se bajaron de un carro y dispararon a las víctimas.