Cadáveres urbanos QUE INCOMODAN
Algunas no han recibido mantenimiento, no han sido terminadas o simplemente no funcionan. El Cabildo tampoco ha dado respuestas.
RUMIÑAHUI ORTIZ Presidente de la Federación de Barrios
Hemos alertado de lo que implica vivir junto al skate park del suburbio, un sitio que al poco tiempo de inaugurado se dañó”.
Obras sin rumbo ni planificación. Así son catalogadas por los ciudadanos de Guayaquil algunas edificaciones municipales que, en el mejor de los casos, se hicieron pero permanecen en el olvido; o como pasa en la mayoría, se han convertido en refugios de adictos, se quedaron a medio hacer o ni siquiera se les ‘metió mano’ para empezar a construirlas.
En el Puerto Principal, una de las obras que más reclamos genera es el parque de skate inaugurado a finales de 2011 en las calles 29 y J, junto al cementerio Ángel María Canals, en el suburbio oeste de Guayaquil.
Allí reina el silencio y los únicos caminantes que en ella se ven (porque patinadores no hay ni uno) son los consumidores de droga, que incluso han convertido esta área de 3.200 metros cuadrados en su vivienda.
EXTRA estuvo en el sitio y constató por qué habitantes como Ronald Bernavé prefieren pasar de largo y hasta mirando hacia otro lado.
“Hay mucha gente mala, cuidado, no entren”, fue la advertencia que Bernavé le dio a un equipo de este Diario, que apenas ingresó se percató de que las cuatro rampas existentes están garabateadas y con palabras obscenas. Y en sus bases, tanto o más que en las mismas camineras laterales y el suelo, había desde preservativos usados, botellas de licor y pipas artesanales hasta excremento humano.
“Esto pasa a diario y de noche se escuchan gritos o de supuesto placer o de terror. Aquí cerquita hay una UPC que no se abastece para controlar lo que pasa”, comentó Adelaida Bermeo, también residente.
NO SIRVE
En el mismo sector, sobre la avenida Assad Bucaram (calle 29), a unos metros del parque, otra obra llama la atención, pero no porque se encuentre en mal estado (salvo por la maleza que ha empezado a crecer y supera ya el metro de altura): es la estación de la troncal 4 de la metrovía, que prevé conectar el Batallón del Suburbio con el centro de la ciudad y cuya estructura no funciona, pese a estar lista.
Las paradas y la terminal están construidas, dentro de ellas hay guardianía y la obra tiene iluminación, pero en el sitio no hay unidades ni pasajeros.
En junio del año pasado, en un recorrido por esta obra cuyo costo fue de más de $ 16 millones, la alcaldesa Cynthia Viteri, como lo publicó entonces este Diario, dijo que esperaba que la obra empiece a funcionar a finales de 2021. Pero nada.
“Si ya está todo, si ya la plata fue invertida, ¿qué está esperando la Municipalidad? Nuestros impuestos están ahí: estamos pagando la guardianía, la iluminación, todo”, criticó Lorenzo García, quien reside cerca de la estación.
SIN RESPUESTAS
EXTRA solicitó al Cabildo una entrevista con la alcaldesa, el vicealcalde Josué Sánchez o el director de Obras Públicas, para que expliquen qué pasará con estas obras, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.
A las autoridades también se les comunicó que este Diario busca una respuesta a la interrogante de por qué la Plaza de la Música, espacio construido en la administración del alcalde Jaime Nebot para presentaciones culturales del sector, no ha cumplido su fin: dar cabida al arte, como reclaman los vecinos. Sin embargo, tampoco hubo respuesta a ello.
DATO
La Plaza de la Música tiene 1.300 metros de extensión. Terreno que estaría desperdiciado sin actos culturales.