¡VARADO CON SUS cangrejos!
Fernando Vera hace cinco días no ha podido volver a su casa, en General Villamil, Playas. A él le ha tocado dormir sobre el mostrador de su local. Otros comerciantes temen que sus productos se pudran.
Tras el noveno día del paro nacional en Ecuador, el caos va consumiendo a Guayaquil. Las manifestaciones han ocasionado el cierre de los mercados municipales, desabastecimiento de alimentos y vegetales, pérdidas económicas en diferentes negocios y que personas no puedan regresar a sus hogares con sus familias.
Entre tantos afectados se encuentra el comerciante Fernando Vera, de 57 años. El vendedor de cangrejos en el mercado mayorista de mariscos La Caraguay, ubicado en el sur de la ciudad, hace cinco días no ha podido viajar a General Villamil, Playas, donde reside. Él ha perdido dinero y ha sido privado de ver a sus seres queridos.
Durante este trayecto a Fernando le ha tocado aguantar frío y dormir sobre el mostrador en el que suele colocar los crustáceos, el cual permanece vacío porque no ha podido abastecerse. Además, cumple labores de vigilante con el fin de evitar que le roben el poco material que le quedaba. Hasta las 12:00 de ayer solo tenía disponibles dos planchas.
“Este paro nos afecta a todos. Las ventas están malas. Antes vendía diez atados al día, pero hoy (ayer) solo he podido vender dos. Aparte que no he podido regresar a mi casa con mi familia. No hay cómo volver y si me quedo encerrado en Playas no voy a poder trabajar. Si me quedo aquí, por lo menos intento vender lo que me queda”, dijo con preocupación.
Acotó que también tiene que luchar contra el miedo de ser atacado por delincuentes. “Estos días hemos pasado asustados. Hasta ahora no ha pasado, pero tenemos miedo de que nos saqueen. Nosotros estamos poniendo en riesgo nuestra integridad y nuestros negocios. Esto tiene que parar, porque nos estamos hundiendo”.
PREOCUPADOS POR SU NEGOCIOS
Mientras un grupo de personas manifestaba en la esquina del mercado municipal ubicado entre las calles Abel Castillo y Gómez Rendón, sur del Puerto Principal, el vendedor de mondongo Rubén Ronquillo estaba en la puerta principal del establecimiento pidiendo que lo dejen ingresar para sacar el material que tenía en su puesto de ventas.
“A las cuatro de mañana que vine para trabajar me dijeron que no iban a abrir el mercado por seguridad, por miedo a que personas se metan a saquear. Llevo horas pidiendo que me dejen sacar mi producto porque se puede dañar, pero no me dicen nada. Ese mondongo si no lo vendo me sirve para comer con mi familia”, declaró.
En esa misma posición se encontró Bolívar Lema. “Tengo carne que no he podido vender. Esperemos que esto mejore pronto, porque las pérdidas para nosotros serán grandes y no hay dinero para volver a invertir”.
✓ CIERRES
La mañana de ayer amanecieron cerrados los mercados municipales, con el fin de evitar que sean saqueados.
Así opinan
RUBÉN RONQUILLO Comerciante
❝ No me dejan sacar mi producto. Eso lo puedo usar para comer con mi familia, pero no me dejan entrar y se puede dañar”.
BOLÍVAR LEMA Vendedor
❝ Si toda la carne que tengo se daña estaré perdiendo cerca de quinientos dólares en inversión. No nos pueden hacer esto, es nuestro trabajo”.