“Tengo un CORAZÓN NUEVO”
▶ MAFER MEZA SOLO TIENE UN PEDIDO PARA NAVIDAD: VIDA
Desde 2014, la exreportera de farándula Mafer Meza, de 34 años, reside en Estados Unidos, donde formó una familia con el cubano Carlos Sarmiento. El artista, quien es conocido como Onyl, fue su apoyo cuando el año pasado debió ser operada del corazón por un defecto congénito en ese órgano. Mafer acaba de visitar Guayaquil, donde se bautizó (en la religión evangélica) con su familia, integrada por su pareja e hijos Emma (7) y Abraham (4). Fue parte de ‘Jarabe de pico’. En Miami tiene un emprendimiento, una marca de maquillaje.
Someterse a su edad a una intervención de ese tipo no es lo más común.
El año pasado estuve en Ecuador, donde me dieron un mal diagnóstico, dijeron que tenía hipertensión pulmonar. Me quedé fría, cuando regresé a Miami me hicieron otras pruebas y descartaron esa condición. Me explicaron que tenía un defecto cardíaco, los gringos son directos y me indicaron que había que corregirlo quirúrgicamente para llevar una vida normal. Mi cardiopatía era comunicación interauricular del seno venoso. No sufro de nada y decidí operarme. Nadie está preparado para una enfermedad. Volví a mi país (solo por unos días) y me entregué a Dios, en manera de agradecimiento. No es que sea una santa porque no es así. Soy un testimonio de vida.
¿Seguramente lo que usted atravesó le cambió su manera de ver la vida?
Antes vivía en automático, ahora vivo agradecida por tener a mi familia, somos bendecidos y con un propósito. Mi mayor temor era dejar a mis hijos pequeños. Mi esposo no era cristiano, sino santero. Maduramos los dos como pareja y en la fe. Generalmente se dice ‘ver para creer’, ahora digo: ‘creer para ver’. Luego de la operación tuve que estar ausente de mi negocio por tres meses. Practicaba crossfit sin problemas, no me lo esperaba. Nadie se espera un accidente, una dolencia, un desastre económico. Dios existe y me dio otra oportunidad.
¿Se preguntó para qué le tocó vivir esta experiencia?
Para darme cuenta de que existe Dios, que no valoramos lo que tenemos, ahora vivo con el propósito de ser feliz. No agradecemos, vivimos como si nada. Estoy en una etapa de agradecimiento. Una lección aprendida. También todo es mental.
¿Tras la cirugía debió hacer cambios en su estilo de vida?
Tengo un corazón nuevo. No sé fumar y a veces tomaba socialmente. Camino dos horas diarias, le doy suave. He cambiado para bien. Antes sufría de ansiedad y ataques de pánico. Pude haberme muerto en mis partos, el primero fue normal y el segundo, cesárea. Dios estuvo ahí.
En estas situaciones se conocen los verdaderos amigos y a los que creíamos que eran...
Así es. Una de ellas fue Yessenia Hatti, expresentadora y reportera de ‘Vamos con todo’, quien estuvo en todo mi proceso. Viajó a Ecuador con nosotros, nos bautizamos, hicimos la presentación y la cogí de madrina de mi hija Emma. No puedo dejar de mencionar a Mauricio Altamirano, quien siempre ha estado conmigo, y Marlon Acosta. Miguel Cedeño también fue muy especial para mí. Ambos nos dimos fuerzas, él estaba atravesando por su proceso de cáncer.
¿Extraña la televisión?
En Estados Unidos hacer TV no es fácil, realmente quiero hacer dinero porque tengo una familia. La televisión es momentánea, ya no me llama la atención, con mi esposo estudiamos estética integral. Aspiramos a abrir un spa.
La vida le cambió tras ser operada del ‘guacho’. Alejada de la TV, se dedica al negocio de la belleza en Miami. Recientemente, la exreportera fue bautizada en la religión evangélica.