SEPULTADOS entre dudas y lágrimas
La madre y esposa de los fallecidos continúa en estado de coma y no pudo darles el último adiós. Familiares exigen a las autoridades investigar qué ocurrió.
Entre lágrimas de desconsuelo y envueltos en un mar de dudas, los familiares de las tres víctimas mortales de la inhalación o ingesta de una sustancia tóxica sepultaron ayer sus cuerpos. A las 16:00, en el Cementerio General de Guayaquil, fue enterrada Doménica, de 14 años; una hora después, en el camposanto Jardines de la Esperanza, Isabella (3), y su padre Brayen Gavilanes (43).
Manuela Chaguay, prima de María Fernanda Ganchozo Suárez, madre de las menores de edad fallecidas, expresó que a pesar de que han transcurrido cuatro días (ayer) del deceso de sus parientes, aún no tienen información de dónde habría provenido el tóxico que les arrebató la vida y que, además, mantiene hospitalizada y en estado de coma a su familiar.
“Nadie nos da respuestas. Tampoco se han comunicado con nosotros. Todo sigue siendo un misterio. Mi prima continúa en UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) del hospital Monte Sinaí, ni siquiera pudo darle el último adiós a sus hijas, a su esposo. Es lamentable, tenemos tantas dudas”, dijo.
Manuela sostuvo que el destino de Príncipe, el perro de raza labrador, quien era la mascota de sus familiares, sigue siendo incierto y que por el momento continúa al cuidado de los vecinos de quienes eran sus amos.
La autopsia reveló que fallecieron de un edema pulmonar, producto de una insuficiencia respiratoria por la inhalación de una sustancia tóxica. Las víctimas residían en la ciudadela Málaga 2, en la vía a Salitre, perteneciente al cantón Daule. Allí habrían inhalado el tóxico.