Diario Extra

INFORMALES, entre la necesidad y el desorden

Este fenómeno responde a la falta de empleo en el país, que se agudizó con la pandemia por la COVID-19. Ellos exigen respeto a su trabajo, mientras el Cabildo intenta mantener el orden en el espacio público. Cuento de no acabar.

- Daniela Moina Armas / Quito

Al salir de la estación Río Coca, norte de Quito, se extienden colchas junto a parasoles para resguardar los productos del sol quiteño. Por lo menos unas 40 personas aprovechan la acera para ofrecer sus productos.

Ellos son una pequeña parte de comerciant­es informales que hay en la capital. Según la Asociación de Trabajador­es Autónomos (Asotrab) hay más de 50.000. Gran parte de ellos surgió con la pandemia de la COVID-19.

Las visiones sobre el comercio informal son variadas. Están los que quieren libertad para trabajar, los que apelan al buen uso del espacio público y los que dicen que es una competenci­a desleal.

Lo único certero son las cifras. Según el último informe del Instituto Nacional de Estadístic­as y Censos (INEC), en enero la tasa de desempleo a nivel nacional alcanzó un 3,9 % respecto del 3,8 % del mismo período del año anterior.

Los resultados también evidencian que las mujeres son las más afectadas. En Ecuador, cuatro de cada 10 mujeres (4,5 %) que son parte de la población económicam­ente activa, no tenían trabajo en enero. En el caso de los hombres, este indicador afecta al 3,5 %.

“Después de la pandemia muchos perdieron empleos y miles de negocios cerraron. El comercio informal ha sido la alternativ­a al desempleo”, dice Rodrigo Guarderas, representa­nte de Asotrab.

En las ramas de los arbustos de la avenida Río Coca se cuelgan sacos y chales que están a la venta. Junto al ‘mall’ están las tortillas de tiesto, 10 metros más arriba una adulta mayor acomoda –con las manos temblorosa­s– algunos zapatos usados para vender.

“Para esta población, es la única opción de trabajo. Hay personas que están abandonada­s. Aún así son reprimidas”, agrega Guarderas.

LA ETERNA PUGNA

Unas cien personas hicieron una marcha hacia la Administra­ción Zonal Calderón, ubicada en Carapungo. Su reclamo: los decomisos de mercadería y la forma, supuestame­nte, violenta en la que se realizan.

Yolanda Torres contó a EXTRA que fue agredida el viernes 23 de febrero en la entrada de un centro comercial ubicado en Carapungo. “Los agentes metropolit­anos vinieron a quitarnos todo. Yo sí me ‘armé’ de un palo y una piedra”, relata.

Hubo forcejeo y al final se le llevaron las tablas con las que la mujer de 65 años exhibe las artesanías que realiza desde hace

42 años. “A mis compañeros sí se les llevaron toda la mercadería. El lunes pudieron recuperar”, agrega.

Guarderas dice que lo único que exigen es que no haya decomisos, puesto que eso significa pérdidas económicas a la ya golpeada economía de un autónomo. “Muchos viven endeudados con el chulco (prestamist­a ilegal) y no pueden pagar”, explica el dirigente.

La Agencia Metropolit­ana de Control (AMC) informó a EXTRA que no son decomisos los que se realizan, sino retiros, puesto que los comerciant­es tienen la posibilida­d de recuperar sus productos.

Pero hay pasos antes de llegar a esa medida. Según la entidad, esto se da luego de entregar dos actas de advertenci­a por comerciali­zar en el espacio público sin permisos. “La mayoría de veces tenemos problemas porque se niegan a darnos sus datos”, explicaron desde el departamen­to de comunicaci­ón. Aun así se han entregado 1.300 actas en lo que va del año. Asotrab estima que se han realizado por los menos 200 retiros en el mismo periodo.

“Esto no va a cambiar. Antes hasta nos llevaban presos. Siempre se ha ensañado con nosotros la autoridad”, comenta Yolanda.

LOS QUE ESTÁN EN REGLA

Este fenómeno que va en incremento –solo hay que echar un vistazo al Centro Histórico de Quito– preocupa a quienes también han emprendido, pero alquilando locales, tramitando permisos y pagando impuestos. “Es una competenci­a desleal. Obviamente van a cobrar la comida más barata. Venden platos de a dólar”, reclama Germán Alcocer, dueño de un restaurant­e cercano a la estación Río Coca.

En esa vereda, incluso se colocan las cocinas con grandes ollas, de lado y lado. “No dejan ni pasar. Ahí se puede esconder otro tipo de cosas como robos”, sostiene Richard, un vecino de la zona.

Para Alcocer es importante que todos busquen la forma de prestar servicios adecuados. “No es fácil para nadie, pero hay que hacerlo de forma regular”, agrega.

Desde la Administra­ción Zonal Eugenio Espejo dijeron que ese sitio deberá ser desalojado y que se están haciendo acercamien­tos con los comerciant­es para reubicarlo­s. “Esos puestos no son legales, no es un espacio permitido. Hay que acatar la norma”, insiste María Fernanda Guillén, administra­dora.

Así opinan

GERMÁN ALCOCER Dueño de restaurant­e

Nos perjudican a quienes pagamos arriendo y buscamos dar un servicio de calidad. Tramitamos permisos y tenemos todo en regla. Los informales cobran más barato”.

RODRIGO GUARDERAS Asotrab

Debido a la falta de empleo, el comercio informal es la única salida que tiene la gente para sobrevivir. Venden lo que pueden”.

DATO

La Asotrab anunció que si siguen los retiros de mercadería, se tomarán otras medidas como protestas y marchas hacia el cabildo.

 ?? Fotos: Ángelo Chamba / EXTRA ?? Afuera de la estación
Río Coca las ventas ambulantes aumentaron después de la pandemia.
Fotos: Ángelo Chamba / EXTRA Afuera de la estación Río Coca las ventas ambulantes aumentaron después de la pandemia.
 ?? ?? El Centro Histórico es una de las zonas con más presencia de ventas informales.
El Centro Histórico es una de las zonas con más presencia de ventas informales.
 ?? ?? Una centena de comerciant­es informales protestaro­n en contra del alcalde Pabel Muñoz.
Una centena de comerciant­es informales protestaro­n en contra del alcalde Pabel Muñoz.
 ?? ?? En el espacio público se instalan ‘malls’ con variedad de productos.
En el espacio público se instalan ‘malls’ con variedad de productos.
 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Ecuador