AMANTES Y RIVALES
Silvia y Armando conciben la política con miradas distintas, solo cuando llegan a su dormitorio se despojan de sus ideologías.
Son rivales, pero todo lo olvidan en la cama. Tienen un amor en común, la política, y fue a través de ella que nació la pasión que ahora los enfrenta por un espacio en la Asamblea Nacional. Silvia y Armando conciben la política con miradas distintas. Solo cuando llegan a su dormitorio se despojan de sus ideologías... y de mucho más. A pocos días de las elecciones, una noche la pareja llega de una larga jornada de entrevistas, de caminatas y caravanas, de saludar y repartir besos a un montón de gente. Están en el dormitorio listos para dormir cuando Silvia siente una mano en su pierna que sube lentamente por debajo de su pijama hasta su pecho. Una mirada basta para decir ‘ sí quiero’. Armando se escabulle bajo la sábana y recorre el cuerpo de ella con sus labios. Un beso tras otro desde el vientre hasta llegar a la boca. Ella desliza sus manos por la espalda de él de arriba hacia abajo y de regreso. Sus uñas trazan un camino... mejor dicho diez, que solo provocan más placer. Armando arranca la blusa de ella en un solo tirón. Lo misma hace con el pantaloncillo y todo lo demás. Silvia cierra los ojos, sujeta el espaldar de la cama como sometiéndose a los deseos de su hombre. Empieza desde abajo. Recorre sus pies, sus piernas y hace una parada. Gime una vez y grita dos. No puede contenerse. Ella solo acaricia el cabello de Armando. Sigue subiendo hasta el pecho y luego a la boca. La cama no deja de moverse para todos lados. El espaldar de la cama golpea la pared incesantemente. Los gritos son más fuertes y los gemidos, más excitantes. No pueden parar. No van a parar. Armando sigue como en una carrera por llegar al clímax. El golpe de la cama es sonoro y rápido. La respiración de ambos es muy agitada. Silvia toma aire para expulsar un: “¡ Aaaaaaah!”. Ahí termina todo. Al día siguiente vuelven a vestir sus colores e ideologías. Salen de la casa como rivales y regresan como amantes.