APPSTINENCIA: LA CURA Y LA CAUSA
¿ Sabías que si abres las apps más de 60 veces por día eres considerado un adicto al celular? Según estudios, esto es seis veces más que un consumidor medio. Pero, ¿ debemos abstenernos de usarlos o ellos mismos podrían ser la solución?
Que tire la primera piedra quien es capaz de salir de casa sin su celular. Si acabas de reconocer que no eres suficientemente valiente para hacerlo, podrías ser parte de las víctimas del nuevo diagnóstico de trastorno mental: la nomofobia, que significa miedo a salir sin celular. Lo curioso de este trastorno del siglo XXI es que su antídoto es tan actual como tu última conexión en WhatsApp. El uso de los celulares ha aumentado y avanzado con el paso del tiempo. Hoy, con las distintas aplicaciones disponibles, un celular podría superar a una computadora, convirtiéndose así en un producto para todo tipo de target, desde el mejor entretenimiento para los amantes de juegos digitales hasta la oficina de bolsillo para los grandes empresarios. Además, no podemos negar que es la mejor arma cuando se pasa por un momento incómodo, ¿ o tú no has fingido estar en medio de una interesante y hasta graciosa conversación online para evadir una situación?... Al mismo tiempo debemos preguntarnos: ¿ hasta cuándo permitiremos que estos dispositivos interrumpan nuestras relaciones personales, actividades, tiempo y ahora hasta afecten nuestra salud? La nomofobia proviene del acrónimo en inglés: No Mobile Phone Phobia y, de acuerdo con los psicólogos, nos afecta cada vez más. En Ecuador no existen cifras exactas sobre los afectados por este trastorno. Pero cada día y en todo el mundo, el ejército de adictos crece. Un estudio realizado por Flurry Analytics ( herramienta rastreadora de datos de usuarios), de marzo 2013 a marzo 2014, reveló que la cifra mundial de adictos al celular aumentó un 123 % hasta situarse en 176 millones de personas. Se espera que esta cifra aumente. La nomofobia ya es considerada un trastorno en varios países de Asia y otros lugares del mundo, en donde existen especialistas en adicción digital, clínicas de bienestar cibernético y hasta una campaña para concienciar acerca de la aceptación de la adicción digital. En Ecuador, la situación es distinta. Según especialistas en psicología, sociología y neurología, este es un término cultural, ya que aún no hay una patología que esté reconocida en el país; pero sí existe una serie de características que buscar. También un grupo objetivo definido y una personalidad específica sensible a padecer este tema controversial, que por lo general, nadie admite tener.