EL GRIS LAS CONQUISTÓ
Mujeres maduras optaron por mostrar sus canas al natural, sin importar el qué dirán. Sin embargo, una estilista dijo no estar de acuerdo con esa decisión, ya que es sinónimo de vejez.
“Para las mujeres, las canas siempre fueron mal vistas desde un punto de vista estético, exclusivamente asociadas a la decadencia física”, destaca el sociólogo francés Frédéric Godart. Sin embargo, hay mujeres que se revelaron a ese concepto y decidieron llevar las canas con orgullo y dejar de ser esclavas de la tintura capilar. Una de ellas es la escritora y periodista francesa especializada en la moda, Sophie Fontanel, de 54 años, quien decidió hace dos dejar crecer su pelo blanco. La tendencia de asumir las canas llegó a Europa desde Estados Unidos y se popularizó desde hace unos años: mujeres de 30, 40, o más años se expresan en sitios como “Revolution Gray” ( revolución gris), hartas de tener que someterse al teñido regular y rea- cias a los productos químicos.
Sinónimo de vejez En nuestro medio, no fue fácil conseguir mujeres maduras que hayan decidido mantener su pelo plateado, pues la mayoría opta por tinturarse el cabello, el ¿ por qué?, según la estilista y asesora de imagen Maritza Chévez, porque las canas en la mujer son sinónimo de vejez. “Siempre les aconsejo a las mujeres que no se dejen las canas porque, en ellas, es igual a tener más años. Eso le digo a una mujer que puede tener 20 o 60 años. Después de eso, obviamente, se verán bonitas con su pelo gris, dependiendo de cómo lo lleven”, comentó Chévez, quien tiene 25 años de experiencia en la rama de la belleza. No obstante, en el caso de los caballeros, la experta no les recomienda que se las cubran nunca porque en ellos, en cambio, es sinónimo de sensualidad. “En lo personal, me llama la atención ver a un hombre con su cabellera gris, entre negra y blanca, es más, les diseño ese color con tintura especial para varones. Actualmente está la tendencia de que lleven su melena canosa, pero en las mujeres no es recomendable, todo tiene su edad”, aseguró.
Presión social Las canas femeninas no están aún valorizadas como las de los hombres. Y la presión social sigue siendo fuerte: la escritora francesa Tatiana de Rosnay contó el año pasado que fue víctima de “mil sarcasmos” cuando dejó de teñirse el pelo.