OFELIA GUILMÁIN, LA DAMA DEL ESCENARIO

Su personalidad era tan fuerte que la transmitia a traves de su trabajo actoral. Tuvo como director a Luis Buñuel. Fue madre de Juan Ferrara, quien al igual que sus dos hermanas, Lucia y Esther, siguiron sus pasos actorales.

Llegó a México junto a un grupo de artistas e intelectuales españoles que se exiliaron en ese país después de la Guerra Civil española. Justamente sus inicios actorales se dieron durante ese hecho histórico, en las llamadas Guerrillas del teatro; sin embargo, tras la muerte de dos hermanos, ella y su familia se vieron obligados a abandonar su país en 1939, al comienzo de la dictadura franquista. En ese mismo año llegó a México, país donde germinó con su carrera actoral. En 1940 debutó en el Palacio de Bellas Artes con la obra de teatro Mujeres. Un año más tarde la actriz contrajo matrimonio, por lo que decidió apartarse de los escenarios por 11 años. Fue dueña de una personalidad dominante que supo explotar en teatro, cine y televisión, lo que la convirtió en una de las leyendas de la actuación y una de las grandes de la Época de Oro mexicana. Guilmáin hizo prácticamente todo el teatro clásico, trabajó bajo la dirección de afamados realizadores como Luis Buñuel en Nazarín y El ángel exterminador; y bajo las órdenes del poeta Salvador Novo en las obras Trece a la mesa y Ocho columnas. A lo largo de su carrera, la considerada primera actriz interpretó más de 100 obras de todo género, desde teatro trágico griego hasta clásico contemporáneo. A decir de los cronistas teatrales, las obras más memorables en las que participó son: Yerma, La Celestina, Miércoles de ceniza, El malentendido, La discreta enamorada, Los caballeros de la mesa redonda, Las troyanas, Fuente ovejuna y La ronda de la hechizada. Considerada una actriz polifacética, Guilmáin logró hacer que el público reaccionara de acuerdo con lo que interpretaba, desde risa y miedo, hasta llanto. En cine trabajó en alrededor de 70 películas, al lado de figuras tan importantes como Silvia Pinal, Marga López, Ignacio López Tarso, Servando González y José Estrada. Fue una de las pioneras de la televisión en México, ya que trabajó al lado de Ángel Garaza en un melodrama que se transmitía los domingos, así como en una serie de teleteatros. También destacó en una veintena de telenovelas, entre ellas Cadenas de amor, Cuidado con el ángel, Juicio de almas, Los caudillos, La gata, Mañana será primavera, Eclipse, Días sin luna, Valentina, Obsesión y Lágrimas amargas.